Este post es un homenaje a aquellas personas que han visto morir a sus aparatos o discos duros y no saben cómo o no pueden recuperar datos, por culpa de que se hayan estropeado de alguna forma.
Ya ha pasado la Navidad. Serán muchas las personas que ya estaban deseando casi desde el primer día que se acabaran estas fiestas que no suponen más que gastos y más gastos. Es una época del año en el que o has ahorrado antes y te quedas sin un euro, o no has ahorrado y no haces ningún regalo (se aceptan otras opciones).
Bueno, aunque pensándolo bien, no siempre estar en Navidad implica gastar. También hay momentos increíbles, de esos que nos gusta atesorar. No solo en nuestra memoria, sino en forma de fotos o vídeos. Yo personalmente he sacado un montón de fotos tanto con mi teléfono, como con mi cámara, pasando por otros dispositivos que han ido prestándonos. Cualquier momento es bueno para sacar nuestros cacharros para sacar un par de fotos a nuestros amigos y familiares que en muchas ocasiones no los vemos durante el resto del año. Hay que aprovechar esos momentos y guardarlos como un tesoro.
Hoy en día además, esos recuerdos pasan de la memoria de la cámara a la memoria del ordenador, ya sea para almacenarlos allí con la intención de imprimirlos algún día o simplemente retocarlos con algún programa de edición de fotos. Yo siempre aconsejo tener estas cosas guardadas en más de un sitio para que el día que falle alguno de ellos, podamos recuperarlos de otro lugar. Aunque también es verdad que no siempre podemos disponer de más de un sitio para almacenar dichos datos o cualquier otro dato que sea de vital importancia. Es un engorro de verdad cuando, por ejemplo, se nos escacharra el disco duro de nuestro PC, ya que en la mayoría de las veces no podremos acceder a lo que teníamos allí guardado nunca más. Sin embargo, si es una información muy relevante, siempre podemos acudir a empresas especializadas en recuperar datos de discos y dispositivos dañados. Sí que es verdad que no suele salir muy barato el recuperar estos discos duros, pero ¿qué precio tienen nuestros mejores momentos?
A mí, por suerte, aun no me ha pasado lo de que se me estropee el disco duro y no poder recuperar mis datos (y espero que dure la suerte), pero si algún día me ocurriera algo de esto, estoy seguro de que mi primera opción sería la de acudir a una de estas empresas. No me puedo permitir el lujo de perder media vida en fotos y vídeos, amén de otros documentos de mi vida estudiantil, que nunca se sabe cuándo volverán a servir.