Foto: clinicaadam.com
No todas las mordeduras de la araña reclusa parda muestran los mismos síntomas. Todo depende del grado de la cantidad de venenos inyectado por la araña, además depende también de factores como la edad y la salud de la víctima. Los ancianos, niños y personas con una salud baja son más propensos a reacciones severas.
Lo primero que notamos si nos ha picado es que puede arder o pasar inadvertida por un par de horas. Después, la herida enrojece y se inflama y puede aparecer una ampolla en la parte que fue mordida. Al cabo de algunas horas, la herida puede tener el parecido característico de una diana: una zona de color azul intenso alrededor de la mordedura, rodeada de un anillo blanquecino y otro anillo exterior más grande, de tono rojizo.
Las víctimas de la mordedura de la araña reclusa parda pueden experimentar fiebre, convulsiones, rasquiña, náuseas y dolor en los músculos.
Tratamiento
Lo primero que hay que hacer es la aplicación de hielo, ya que tiene la propiedad de disminuir el dolor y la inflamación. El calor acelera la destrucción de tejidos. Inmediatamente después de una mordida, el área afectada debe de ser lavada con mucho cuidado, con agua fría y jabón neutro
Evita cortar la picadura para expulsar el veneno. Esto no funcionará y puede causar una infección en la herida.
El mejor tratamiento farmacéutico en casa además de hielo y lavar con mucho cuidado, es el ibuprofeno, el naproxeno y otros supresores de dolor.
Si sospecha que fue mordido/a por una araña reclusa parda, busque atentación médica inmediata.
Después de que la herida ha sido diagnosticada como una mordedura, el mejor tratamiento con receta incluye la vacuna contra el tétanos, medicamentos contra el dolor, antibióticos y antihistamínicos. Durante las primeras 96 horas de la mordedura, los doctores también chequean los tejidos muertos o necróticos.