Se considera que un bebé tiene fiebre cuando su temperatura tomada en la axila es mayor a 38ºC. No obstante, por precaución, en los menores de 3 meses, debemos acudir al pediatra en el momento que empecemos a notar que aumenta la temperatura del bebé, aunque esta no alcance los 38ºC.
La causa más frecuente de la aparición de fiebre es la presencia de una infección, sin embargo, en bebés pequeños, puede deberse a una deshidratación, por insolación, o por algún medicamento. Algún tipo de vacuna también puede provocarles una subida de fiebre como reacción. La aparición de algún diente, en contra de la creencia popular, no suele provocar fiebre, sino malestar general.