Qué hacer una semana en Salzburgo (en verano)

Sé que esta pregunta se la hacen muchas personas que vienen a pasar unos días a esta parte del mundo y sé que es difícil encontrar información a este respecto y que, además, ésta varía mucho en función del tipo de viaje que se va a hacer, de si se hace en familia o con amigos, de si uno prefiere visitar los sitios tranquilamente o si quiere ver muchas cosas en el menor tiempo posible y, además, de si ese viaje se hace en invierno o en verano.

Por este motivo he decidido aportar mi pequeño granito de arena a esta cuestión y proponer una serie de cosas que se pueden visitar en Salzburgo en verano. ¿Y por qué en verano? Pues porque por suerte o por desgracia hay una serie de sitios que solamente se pueden ver a partir de los meses de abril o mayo ya que, por sus características, permanecen cerrados durante las estaciones más frías. Allá vamos:

Mi propuesta inicial siempre es ir a andar por el centro de Salzburgo: pasear por los jardines de Mirabell, salir por el lado del parque que desemboca en la casa de Mozart (en la que vivió, no en la que nació, que está en otro sitio), cruzar el Salzach por el puente de Makartsteg, acceder a la Getreidegasse y callejear por los patios y callejones que entran y salen de ella. Desde allí es muy fácil llegar hasta la plaza de la catedral, la plaza de la Residencia y la Kapitelplatz (la plaza donde está la bola dorada gigante), desde donde se llega caminando hasta la entrada de la Festung (la fortaleza), tanto si se quiere subir andando como utilizando el funicular; como hasta la entrada del cementerio de San Pedro, en el que hay una panadería, unas catacumbas y un restaurante gigantesco.

Dependiendo del interés y del tiempo que tenga cada persona, es posible visitar todo esto e incluso entrar en bastantes de los edificios que se ven por este camino. Ahora bien, yo personalmente, que soy de ver las cosas con tranquilidad y de disfrutarlas, soy más partidaria de repartir esas visitas entre dos días, ya que hay bastantes cosas que ver y, si se hacen corriendo, se queda uno sin ver la mitad de los escondrijos de muchas de ellas.

Lo que yo suelo hacer, si me permitís el consejo, es dedicar el primer día sólo a pasear y a entrar en la Fortaleza y en la catedral. Y después, seguir paseando y haciendo fotos del entorno, que es lo suficientemente impactante como para pararse prácticamente cada dos metros y hacerse una foto con algo diferente de fondo.

Para más información, os dejo aquí un par de enlaces de entradas que ya he escrito explicando todo esto un poquito más en detalle:

Habiendo visto ya el primer día las calles y escondrijos del centro de esta ciudad, el segundo día se puede dedicar a entrar en los museos y casas de Mozart que hay repartidos por distintas calles.

Un poquito más alejado del centro de la ciudad, lo cual no impide llegar hasta allí en autobús (si no se dispone de un coche), se encuentra el palacio de Hellbrunn y el zoo de Salzburgo, una visita muy agradable para pasar un día entero y cuyas entradas, de hecho, se pueden combinar.

Cuando ya se ha visitado Salzburgo, se puede salir de la ciudad y ver alguno de los pueblos de los alrededores. Uno de estos ejemplos, que es igualmente impresionante y bonito tanto en verano como en invierno, es la ciudad de Hallstatt, hasta la que se puede llegar en coche en aproximadamente una hora u hora y media. También se puede ir en tren / autobús y utilizar después un ferry, pero se tarda relativamente más en llegar. Otra opción puede ser ir hasta Werfen, ciudad a la que se llega también en coche o en tren, y una vez allí subir hasta la fortaleza y visitar después una impresionante cueva de hielo que, precisamente, sólo está abierta durante los meses de verano.

Aquellos que tengan tiempo y ganas querrán tal vez saber que hay lugares en Bayern / Baviera que son realmente interesantes y que no están muy alejados de Salzburgo, por lo que puede merecer la pena visitar dos o tres de ellos en una excursión de un día. Algunos de estos sitios son el parque nacional de Berchtesgaden, las minas de sal de este mismo municipio, el Dokumentation de Obersalzberg (un antiguo búnker de época nazi sobre el que se ha reconstruido un edificio que contiene información muy interesante sobre la época), o, en Bad Reichenhall, la salina y las termas más conocidas de la zona (aunque hay muchas), que se llaman Rupertus Therme.

Si se dispone de un coche, esta escapada es muy buena; si no se dispone de él, se puede hacer igualmente, pero se tarda mucho en llegar. Me estoy refiriendo a ir a ver el campo de concentración de Mauthausen, a unos 150 km. de distancia de Salzburgo.

El último día, si es que aún se dispone de uno más (es decir, en caso de que el último día no sea ya el de vuelta) se pueden hacer otras excursiones no tan alejadas de Salzburgo como la del campo de concentración. Una de ellas consiste en ir hasta el lago Chiem ( Chiemsee en alemán), en donde se encuentra uno de los palacios de Luis II de Baviera (conocido como el rey loco), hasta el que se accede en barco. Otra de esas posibilidades es ir a pasar el día a la ciudad de Linz, la capital más cercana a la de Salzburgo (a unos 130 y algo km. de distancia). Múnich es una ciudad más bonita, de nuevo en la parte alemana de la frontera, aunque está relativamente más alejada (a más de 150 km.), al igual que ocurre con Innsbruck (a 160 km.).

¡Espero que os haya gustado mi lista! En este caso, el orden de los factores no altera el resultado por lo que seguramente encontraréis algo que os pueda ser útil. He intentado proponer cosas suficientes como para que cada cual elija y combine a su gusto, pero si alguien considera que falta algo o se le ocurre alguna otra cosa, le ruego deje un comentario y lo incluiré lo más rápido posible.

¡Feliz viaje y estancia en Salzburgo!