Hablemos de productividad
Las siete de la tarde, hora de salida del trabajo. Ha estado bien por hoy, apago mi pc, recojo algunos documentos y hasta mañana. Mientras voy saliendo de la oficina veo que algunos, mas bien, bastantes compañeros siguen delante de sus ordenadores.
¿A quién no le ha pasado algo parecido alguna vez o, cada semana o, cada día? Es parte de la cultura empresarial de este país. “Es mejor trabajador el que más horas trabaja”. Sin embargo, cada vez somos más los que no opinamos igual. Si alguien no ha podido terminar su trabajo del día en las horas establecidas hay un problema de productividad, ¿cómo es posible que se valore esto?
Ya hace algún tiempo que cayó en mis manos el libro “Organízate con eficacia” de David Allen, el inventor del método de productividad GTD (Getting Things Done). Pues bien, fue una revolución para mí. Hasta ese momento había leído algo sobre gestión del tiempo. Hacía mis listas de las cosas que tenía que hacer cada mañana antes de comenzar la jornada y las iba tachando según las iba realizando, tenía una matriz de doble entrada en la que cruzaba lo importante y lo urgente, planificaba las acciones a realizar para la semana e incluso el mes, pero nunca llegué a sentirme relajado y consciente de todas las cosas que tenía que hacer y en qué fase del proceso se encontraban.
Éstas son algunas de las cosas que empecé a conseguir aplicando el método GTD. Me di cuenta que no necesitaba más disciplina para organizarme mejor, sino un método más disciplinado. Que ser productivo consiste en gestionar con eficacia las barreras internas, los obstáculos, las distracciones con una estructura que me permitiera estar más relajado. “No es necesario trabajar más, lo que se necesita es definir el trabajo en múltiples niveles, que haya flujo entre cada nivel y mantenerte atento a todos ellos”.
Pues te recomiendo que curiosees sobre GTD. Si quieres aplicarlo en ti, te llevará un tiempo asimilarlo por completo, a cambio ¿qué conseguirás?
- Tomar consciencia de cuáles son tus proyectos e ilusiones.
- Mantenerlos vivos e irlos desarrollando con fluidez.
- Gestionar tus temas pendientes con más eficacia.
- Evitar quedarte bloqueado, te pondrás en marcha con acciones concretas.
- Mejorarás tus estructuras y procesos de trabajo. Desarrollarás un sistema vivo, flexible y con estructura.
- Lograrás adaptarte a lo que te vaya ocurriendo sin perder el ritmo.
- Focalizarás más tu pensamiento y conseguirás estar y mantenerte en flujo.
- Confiarás más en tu intuición.
- Mayor creatividad y expansión.
- Y, en definitiva, conseguirás una forma más relajada, positiva y sostenible de trabajar y vivir.