Ayer sentí escalofríos viendo las noticias por la noche. Un nuevo caso del maltrato infantil a cargo de una cuidadora. Se descubrió gracias a que los padres habían instalado cámaras por la casa y descubrieron que la cuidadora propinaba a la criatura palizas, golpes, continuamente. Pero parece que la señal de alarma fue un moratón con el que apareció el niño un día en el ojo. Vaya cuajo el de esos padres, ¿no? tener la sospecha fundada de que están maltratando a tu hijo, y dejarle de nuevo en manos de esa mujer, para poder grabar esas pruebas. Yo, personalmente, creo que no podría hacerlo, la despediría, la buscaría las cosquillas, haría que confesara, cualquier cosa con tal de no volver a dejar a mi hijo en sus manos.
Pero los signos de maltrato se notan, no solo en secuelas físicas. Salieron otros casos, mucho más escalofriantes si cabe. Salía el caso de una mujer que perdió a su bebé con 14 meses. Hace 14 años de ello, sigue en juicio por el tema. Esto sucedió en una guardería no autorizada, vamos que era ilegal, la señora directora montó el chiringuito en un pueblo y claro, ¿tú cómo sabes que no está legalizada? Con un cartelón fuera que pone Guardería, dibujitos de Pepito Grillo y demás personajes infantiles, no era un secreto. Pero parece que repasaron los papeles cuando sucedió la desgracia. Creo que contaban (perdonad si el dato no es exacto, pero me impactó tanto la noticia que me quedé en babia) que fue condenada a 3 años por homicidio involuntario y 5 años de inhabilitación. ¿Pero de verdad alguien puede creerse que se la condene a 5 años de inhabilitación? Esa mujer no debería poder coger de nuevo a un niño en su vida. La ley en este caso no protege al más débil.
Otros casos eran contados por algunos padres. El caso de un niño que al dibujar personas separaba las manos del resto del cuerpo. Descubrieron el motivo rápidamente. En la escuela infantil donde su hijo iba el castigo consistía en que debía poner las manitas estiradas en el suelo, y el resto de compañeros le pasaban por encima pisoteándole.
Pero insisto, hay señales que nos alertan de que algo sucede. Al principio pueden ser muy leves, muy ténues. Y no olvidemos que el pequeño pensará que es culpa suya. Le harán creer que se porta mal y que es el responsable de que le suceda algo tan malo. Si de repente el niño cambia su comportamiento alegre, no quiere jugar, se encierra, se esconde, deja de hablar, reacciona con temor ante cualquier tono de voz alto, empieza a dormir mal, eneuresis, pesadillas que antes no tuvo. Insisto en que son señales leves, pero como padres conocemos a nuestros hijos y si hay un cambio en su conducta debemos saber por qué. Hay veces que algo sucede con los compañeros, algo sucede en clase, cosas normales de niños, pero si estamos atentos podremos ayudarles, y ellos verán que estás con ellos, que no les dejas, que le quieres apoyar. Y si por desgracia algo realmente malo sucediera, podrías pararlo a tiempo.
Afortunadamente estos casos ocurren en un bajo porcentaje, pero cuando hay alguien más que cuida a tu hijo, ya sea en casa, en la guardería o en el colegio, debemos estar muy bien informadas de quien es, qué hacen en clase, cómo va todo. No se trata de aparcar a nuestros hijos y ya se encargarán ellos. La responsabilidad es nuestra durante todas las horas del día aunque no estemos con ellos.
Y con esto no digo que esas madres hayan sido irresponsables, por supuesto que no. Pobres familias, han debido pasar un calvario. A veces todo es tan sútil que es muy complicado detectarlo. Lo que digo es que la experiencia negativa de estas personas debe siempre servir.
Todos deberíamos exigir a las autoridades condenas sin piedad hacia este tipo de personas sin alma que son capaces de dañar a una criatura.