Llegados a este punto por lo que tantos y tantos padres pasamos ha llegado el momento de reformularme de nuevo esta pregunta ¿Qué hago con los celos de mi hijo? ¿Esperar a que pasen por sí mismos, que los supere con la edad? Difícil, muy dificil. Sí, sé lo dificil que es no hacer nada de nada ante los ataques de celos de nuestros peques porque los vemos sufrir de un modo que nos llega a lo más profundo de nuestro ser, porque nos sentimos culpables de ese dolor y ese malestar, porque les queremos a todos por igual y nos duele su dolor.
A pesar de que en infinidad de ocasiones he leído y escrito que los celos son normales, naturales y universales no puedo dejar de preocuparme por esos sentimientos que arrastran a menudo a mi pequeño. Por ello no puedo dejar de formularme de tanto en tanto qué hago con los celos de mi hijo. No hacer nada no me sirve, ignorar su malestar me produce más dolor porque creo que lo dejo solo ante un malestar que él no puede ni sabe controlar ni gestionar, me siento responsable y necesito ayudarle. ¿De qué modo? Ahí está la cuestión, puesto que no existen fórmulas universales que puedan ayudar a todos debo encontrar la que mejor se adapte a nuestro modo de ser.
En este artículo dejo a modo de reflexión personal algunas de las ideas que he ido anotando que creo que puden ayudar, no solo a mi hijo, a afrontar y superar estos sentimientos tan dolorosos para toda la familia.
10 actitudes y comportamientos de los padres que pueden ayudar cuando tenemos un niño que siente celos de su hermano:
- Ser más pacientes y tolerantes con él.
- Destacar sus virtudes, ver todo lo positivo que tiene, es y hace.
- Ignorar ciertos comportamientos negativos.
- Rebajar el nivel de exigencia, solo es un niño pequeño.
- No intervenir en todas las pequeñas rencillas, peleas o roces que inevitablemente se producen en la convivencia entre hermanos.
- Reñirle menos, no es necesario estar siempre encima de él, esto provocará más fustración y sumará malestar.
- Abrazarle, demostrarle que seguimos estando a su lado, que le queremos y que no perderá nuestro amor. Somos sus padres, siempre estaremos a su lado y le ayudaremos.
- No hablar de él ni de su comportamiento delante de otras personas, aunque sea un niño y parezca distraído en otras cosas, él o ella entiende todo lo que decimos y se siente mal cuando le "criticamos".
- No compararle con otros niños o con su hermano, aunque pueda parecer inevitable sabemos que las comparaciones son odiosas y producen un dolor añadido que no lleva a nada. Cada persona es como es y a pesar que tengamos mucho por aprender cada uno somos quienes somos con nuestros más y nuestros menos.
- Procurar que cada niño tenga tiempo con mamá y papá a solas, que tengan sus própias cosas, sus gustos y amigos, es decir, que cada cual tengasu própia vida.
Os dejo el enlace a uno de los libros que recomiendo sobre los celos. Un libro dirigido a los padres, fácil de leer y que nos ayudará en la difícil labor de gestionar los celos y los sentimientos que les acompañan.