Ya la verdad es que me empiezo a enfadar y ustedes no se imaginan hasta dónde puede llegar mi ira si ésta es incontrolada como es el caso. Recuerdo una vez que me enfadé tanto que hasta rompí un lápiz por la mitad, sí, sí. Así que mientras leen mis palabras hoy, retírense un poco no sea que la coja con ustedes. Por cierto, aún no he dicho por qué estoy enfadado, pero cuando lo sepan, seguro que ustedes también lo estarán.
Por lo visto, desde el Nacional Solar Observatory (NSO) y el Air Force Research Laboratory, dos instituciones de otro país de cuyo nombre no me quiero acordar, han asegurado que para el año 2012 se avecina una “pequeña edad de hielo”. A ver, creo que si el decir “pequeña” atenúa las consecuencias, suena a tomadura de pelo. Porque si llega una edad de hielo, llega. De otra manera, lo que llegaría sería un invierno fuerte y soberanamente jodido.
Hasta ahora seguro que no ven motivos de enfado, pero mi alteración viene porque odio cuando alguien dice algo y a los dos meses, otro dice lo contrario y éste es uno de esos casos. Haces más de seis decenas de días, fueron otros los ilustrados que se atrevieron a asegurar que para ese mismo periodo anual, el planeta Tierra sufriría una gran tormenta solar que achicharraría nuestros satélites puesto que el astro rey había incrementado considerablemente su actividad.
Pues ahora resulta que existe un síntoma de desaceleración de la actividad solar y que se ha detectado por la falta de carga magnética en sus polos. Por lo que, como explican, si los polos siguen sin poder cargarse, el Sol irá perdiendo cada vez más fuerza. ¡Pues que les den maaacho! ¿No se cargan así las baterías de los coches? Pues esto tiene que ser igual.
De todas formas el motivo real de mi enfado no es otro que haber invertido dinero y ahora no saber si lo he tirado a la basura con una compra equivocada. Con eso de la tormenta solar, me compré una nevera gigante para no achicharrarme y ahora, con la mini edad de hielo, me voy a tener que comprar un horno para no congelarme. Aunque si les soy sincero, creo que no nos vendrá mal esta etapa glacial ya que tras la última gran edad de hielo, los dinosaurios desaparecieron de la faz de la tierra, y quién sabe si tras ésta, desaparecen por fin Fraga, Marujita Diaz o Sara Montiel…
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…