A cierto Sacerdote Católico, se le presentó una mañana en su oficina una mujer con su hijo adolescente. Este muchacho le dijo la mujer al consejero espiritu al tiene la extraña inquietud de ser masón, tal como lo fue su abuelo ya fallecido.
Pero le pido a usted Padre que lo disuada de tal pretensión, pues a mi no me hace en menor caso. Y todo esto de la Masonería es diabólico. El consejero sacerdote le pidió que volviera al cabo de seis meses para poder aconsejarlo.
Cuando las Señora volvió, el sacerdote aplazó de nuevo el plazo para aconsejarlo hasta otro año y seis meses más. Llega la fecha indicada, se presenta el joven con su madre- Muy bien- dijo al adolescente- ahora si puedo aconsejarte debidamente.
La madre del chico le preguntó al Cura entonces por qué había necesitado tanto tiempo para poder aconsejarlo.
Sencillo dijo el Clérigo , señora, antes he tenido que averiguar debidamente por mí mismo qué es la Masonería, iniciarme masón incluso, participar dentro de una logia etc. Antes solamente tenia sobre Masonería bagas nociones y juicios hechos por otras personas, pero, ahora si puedo emitir un consejo exacto para su hijo, y no antes que no sabia absolutamente nada de Masonería. Pero ahora puedo dar un juicio exacto gracias a mi muy propia experiencia.
Los consejos sobre cualquier tema sólo pueden darse por alguien que conozca debidamente la materia y la practique, y no por un teórico, por un sacerdote sin datos o un académico ignorante. Así Señora , permitirme invitar a su adolescente hijo, a la Asociación Juvenil Masónica "esperanza de la fraternidad". Para cuando cumpla la mayoría de edad lo iniciemos masón en mi Logia , ya que la masonería no tiene nada de malo, concluyó el Sacerdote Católico.