Qué hay de "eso"

A menos de un año vista de las próximas elecciones municipales, ya pueden verse los grajos revolotear en los cielos jiennenses. Aunque unos se empeñan en que son gaviotas, porque las vieron sobre el Ayuntamiento; otros discutían que son grajos, porque anidaron en el alero de Cultura. Yo, sin ser un experto en ornitología, intervine molestando a ambos grupos con mis motivos por los que no podían ser ni una cosa ni otra. Pues en Jaén no hay playa (al menos hasta que no terminen la “del lagarto”, antes de las próximas elecciones) y bien sabido es que desde la alcaldía prohibieron expresamente alimentar a este tipo de ave. Tampoco deberían ser grajos pues, a pesar de criarse muy bien en estas tierras, tampoco hace un frío del carajo para que vuelen tan bajo. Yo me incliné más por la opción de que fuesen cuervos; que algún naturalista mal informado habría criado sin conocer el gusto de estos individuos por los ojos. Y que quizás, de haberlo sabido, nunca hubiese permitido que anidase en el alero de Cultura.
No es yo crea en pájaros de mal agüero, pero sí que es cierto que quienes habitan bajo ese tejado deben mucho al mundo de la cultura. Y al decir “deben” lo expreso en el más amplio sentido de la deuda, política y económica. Tanto, que no bastaría con saldar ambas para desmentir el refrán dicente de que quien crió aquellos cuervos ahora está entrampado hasta los ojos.
No se hace “cultura en todos los sentidos” cuando medio país ya sabe lo de “qué hay de lo mío”.

Marcos Muñoz, publicado en Diario Jaén (6, Jul 10)