Revista Coaching

¿Qué he aprendido de las reuniones del 2020?

Por Eva Eva Cantavella
¿Qué he aprendido de las reuniones del 2020?Foto de Alexandra_Koch via Pixabay¡Cuán equivocada estaba!

Se está acabando diciembre de este extraño 2020. No voy a frivolizar mi balance ya que hay personas a quienes ha afectado de manera muy cruda, únicamente voy a compartir cómo lo he vivido yo.

Por una intervención quirúrgica grave de mi compañero de vida, secuestré mis disponibilidades desde enero al 16 de marzo.

Si, hasta el 16 de marzo.

A partir de esa fecha tenía la agenda a punto de explotar. Pero explotó otra cosa y se llevó al traste todos mis proyectos.

Reconozco que no reaccioné de manera heroica. Me quedé paralizada y hubiera firmado por invernar hasta que todo pasara… Pero fueron mis clientes quienes a hostias, me hicieron salir rápidamente del letargo. ¡Y no veas cómo se lo agradezco!

Estoy encantada de reconocer que tenía una visión estrecha y errónea de las posibilidades de reunirse o impartir formación de manera online (sincrónica), Creía que no tendrían nunca la efectividad que ofrecía “lo presencial”. He cambiado de opinión ¡y cómo!.

Era de las que repetía, igual que muchos, eso de que:

  •    “El lenguaje no verbal es menos detectable”

Innegablemente somos más expresivos en persona (bueno, no todo el mundo…) pero pensemos que las presenciales con mascarilla nos dan aún menos información y feedback.

Me ha sorprendido comprobar cómo es posible detectar el estado de ánimo, el acuerdo/desacuerdo no expresado, la falta de comprensión, el entusiasmo y muchos aspectos no verbalizados, de las personas con quienes he compartido espacio virtual.

  •        “Todos hablan a la vez y los debates son caóticos

Al contrario, después de acostumbrarnos a levantar la mano en las reuniones virtuales, esta sana costumbre podría exportarse a las presenciales. Ahí lo dejo.

  •       “La gente presta menos atención y son más aburridas”

La culpa SOLO es nuestra. Existen muchos recursos que desaprovechamos para conseguir la concentración de los participantes

Por cierto, aprovecho para recordar la importancia de replantearnos a quién convocar…

  •       “Es mucho más frío”

Estoy tan agradecida de haber recibido tanta calidez en reuniones en estos días y tanta participación, risas, vitalidad y fuerza en cursos impartidos, que suerte que ya no tengo edad, si no, si tuviera un hijo lo llamaría Zoom.

  •       “No dominamos la herramienta

La gran ventaja es que en las presenciales abundaba la ignorancia inconsciente. Creíamos que haber hecho muchas reuniones nos convertía en buenos facilitadores. Graso error. Ahora, ante el desconocimiento de las herramientas, nos hemos planteado “aprender” y eso acaba yendo más allá de la simple utilización de las plataformas de turno.

  •        “Se estás olvidando buenas prácticas como el orden del día y las conclusiones y actas”

Es cierto en algunos casos. No dejemos que se pierdan las buenas prácticas en reuniones virtuales.

Sin embargo, también es cierto que hábitos como las reglas de juego, la P de parking consensuada y el cuadro de compromisos, ahora se están implementando más.

  •   “Muchas dinámicas que podían hacerse en presencial, no pueden utilizarse online”

Sólo en algún caso. En general, personalmente he podido “traducir” y trasladar esas dinámicas a mis cursos en línea y además incorporar de nuevas.

Y no olvidemos que ahora las reuniones son mas cortas, hemos mejorado la puntualidad y hay menos formalidades innecesarias.

No encuentro a faltar las reuniones presenciales, aunque reconozco que sí, el contacto personal de la formación presencial y los viajes que conllevaba.

Esperemos que cuando volvamos a “lo conocido” todos estos aprendizajes nos ayuden a ser más efectivos y también mejores personas. El tiempo lo dirá. No los gurús tertulianos.


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