Revista Coaching

Qué he aprendido de Monica Lewinski, sí, esa Monica Lewinski

Por Sedona
Coaching con el Cerebro en Mente
Imagina que con 22 años cometes un error. Imagina que todo el mundo, literalmente ,se entera del error que cometiste. Imagina que medio mundo se siente con autoridad moral suficiente como para criticarte de manera cruel, agresiva, violenta. Que a resultas de ese error te insultan, te ridiculizan, te humillan. No es una visión agradable, ¿verdad?


Cuando supe que Monica Lewinsky había hecho una TED Talk lo primero que pensé fue “¿en serio? ¿Y qué puede tener que decir?” Sí, reconozco que hablaron mis prejuicios primero, y eso que cuando todo el escándalo tuvo lugar siempre pensé que pobre chica que era la que menos culpa tenía y la que más estaba perdiendo, como así paso. Pasado todos estos años Clinton sigue dando charlas por las que cobra un riñón y ella sin embargo perdió todo. Todo.


Lo que vi en cuestión de segundos es cómo nos influyen los medios de comunicación sin que apenas nos demos cuenta. Darme cuenta de que a pesar de que yo pensaba bien de ella, que vi lo que hizo sólo como un error y que pienso que todos nos equivocamos, pensé que no tendría nada interesante que decir me hizo reflexionar sobre las creencias compradas. Compradas porque no son nuestras. Desde luego, no eran mías. Y seguro que tampoco son tuyas. Y si tenemos en cuenta que continuamente estoy retando y cuestionando mis creencias, y ayudando a otras personas a hacerlo pues tenía que escribir sobre Monica ya que siento que tengo una deuda moral con ella por haber pensado lo que pensé. Inmediatamente después de ver lo anterior pensé vamos a ver qué puedo aprender de ella. Y bueno, te puedo asegurar que salí ganando.  He visto muy poca gente tan buena hablando en público tan bien como ella. La charla de Monica es impresionante. Engancha.. El ritmo es bueno y el contenido, bueno, creo que nos da una lección de liderazgo. El tono es perfecto. En definitiva, una de las mejores charlas de Ted que he visto. 


Y a pesar de que aún sigue traumatizada por lo que vivió, y se le llenan los ojos de lágrimas cuando lo recuerda, el hecho de salir en público hablando como lo hace es toda una muestra de liderazgo y valor. Monica nos muestra cómo a pesar de tener lo que ahora se ha dado en llamar marca personal en lo más bajo de la escala encuentra una motivación para salir, para volver a exponerse a las burlas y los insultos, porque cuando sale a dar las charlas no sabe con lo que se va a enfrentar uno. 

En esta charla Miss Lewinsky da una lección de elegancia y de empatía impresionante, sobre todo a quienes la denostaron y criticaron. Y te dejo con la charla, porque creo que en este caso una imagen y sus palabras son mucho más importantes que lo que yo pueda decir.



Me gustaría resaltar un par de cosas de la charla de Monica, la más importante es que “el impacto de la humillación es mayor que la rabia y la felicidad”.


Como dice también en la charla, la crueldad no es nada nuevo, pero la tecnología ha amplificado el contenido humillante, sin que haya ningún tipo de contención y haciéndolo permanente accesible, accesible para siempre. Pero la frase que más me ha impactado es esta “Millones de personas, casi siempre anónimamente, te pueden apuñalar con sus palabras y eso crea mucho dolor.” Criticamos a las personas que en países del Tercer Mundo lapidan, tiran piedras, a mujeres. Pero nosotros aquí, en el Primer Mundo, donde tenemos acceso a la cultura y la información, y como dice Pérez-Reverte ahora el que no sabe es porque no quiere, tiramos piedras, aunque sean virtuales a críos que no saben qué hacer ni cómo defenderse del acoso. Con Mónica creo que se ha producido una insensibilización ya que no se la ve casi como una persona, y el hecho de que exista un entorno permisivo hacia tantos que refugiados en el anonimato, y a veces ni eso, agreden, porque la violencia verbal es también violencia nos debe hacer reflexionar, y sobre todo poner nuestro granito de arena. Si ves insultos apoya al insultado.

Política de humillación Pública, “se ha creado un mercado donde la humillación pública es una mercancía y la vergüenza es una industria". Es una de las razones por las que no me gusta Sálvame . Pero me quedo con lo que se puede hacer. Un simple mensaje de apoyo a la persona que veamos está siendo insultada (no incluyo a políticos defraudadores aquí, ojo), denunciar el comportamiento a la policía o en la red social que sea. Eso si todos lo hacemos cambiará las cosas, aunque sea despacio, ¿no crees que vale la pena? Y sobre todo “la vergüenza no puede sobrevivir a la empatía”. Me gustaría saber qué te pareció la charla de Monica. ¿Te animas a contarlo en la zona de comentarios?

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