No en serio, las “newsletters” de las que me alimento para ir hablando de una u otra cosa, estos días están bajo mínimos y con un único y cansino tema:
Coronavirus. Así que estamos
sobre informados del tema: lee esto, haz aquello, no hagas lo otro, las cosas que estás haciendo mal, como superar la depresión de estar en casa, tablas de ejercicios, etc… ¡Ah! Y luego están los
libros liberados de Planeta, las
revistas gratis de Condé Nast, Hearst España y Kiosko, etc… ¡Se nos amontona el trabajo!
Así que he pensado ¡basta! ¿De qué puedo hablar que sea ligerito y que no ayude a sobre alimentarnos más de información? Una información, que por cierto, se repite hasta la saciedad y vuelta a repetirse.
Así que en este post ligerito he recopilado mis pequeños hallazgos de estos días
Por ejemplo, de esos
libros liberados me encontré con
Isabel Allende, una de
mis escritoras preferidas así que empecé a leer “
Largo Pétalo de Mar”. Pero está ambientado en la
guerra civil española con todo su
drama y mal rollo. Y me he dado cuenta de que
Isabel Allende ha perdido su “mojo”. Es decir, lo que me gustaba de ella que era
esa magia que siempre imprimía a sus
historias, en los últimos dos o tres libros ya no la he encontrado.
No, no me apetecía estar en casa encerrada y leer algo que me daba mal rollo mental y físico, así que lo dejé. Me puse a indagar y acabé en Amazon, donde me topé con un libro gratuito (por ser de Prime Reading) que se titula: “La librería del Señor Livingstone” de Mónica Gutiérrez. Lo empecé a leer sin saber muy bien qué iba a encontrarme y resultó ser exactamente lo que necesitaba.
Es un libro
encantador, con
intríngulis y pequeños
misterios, ambientado en
Londres, mi ciudad favorita. Este libro me ha
sugerido lugares a visitar para cuando pueda volver a mi querido
Londres, me ha abierto los ojos a nuevos
autores de literatura romántica inglesa, me ha hecho estar con una
sonrisa tonta durante todo el libro y me ha
provocado carcajadas en algunos momentos. Y por supuesto tiene un
final feliz Puede que para algun@s todo esto os parezca superficial, pero es
justamente lo que necesito estos días de encierro: un poco de
esperanza para no volverme loca en casa.
Así que cuando acabé el libro me puse a indagar sobre esta autora y resulta que hay un estilo de escritura que se llama “feelgood” y según palabras de la misma Mónica en su blog:
“Es probable que hayas llegado hasta aquí porque te encanta la literatura británica, de humor y con encanto, pero también porque estás hasta el moño del mundanal ruido y necesites un respiro en un oasis feelgood.”
Y eso es exactamente lo que necesitaba y no lo sabía
Me he convertido en una auténtica
fan de esta escritura feelgood y quiero descubrir más escritores afines.
Mi segundo hallazgo: la necesidad de luz solar. Me he dado cuenta de que cuando sale el sol necesito poner mi rostro de cara a él y quedarme así unos minutos, cuantos más mejor. Cuando lo hago es como si recargarse las pilas de mi cuerpo humano y me diese una energía que no creía tener. Mi humor se relaja y mi tolerancia aumenta. A falta de salir por el campo, parque o simplemente dar una vuelta por las calles de Madrid, este gesto de tomar el sol me recarga las pilas. Os lo aconsejo.
Tercer hallazgo: Con la cuarentena las relaciones con los amigos se han estrechado mucho. En el post del Día del Padre os comenté que hicimos el cumpleaños de uno de mis amigos por videoconferencia, pues bien, desde entonces todos los días nos hablamos por mensajes de texto, y hemos vuelto a quedar en videoconferencias. Antes de esto, el grupo recibía mensajes de vez en cuando y nos veíamos de pascuas a ramos.
Nuestra convivencia ha cambiado y ahora yo diría que
nos vemos mucho más que antes (online) y yo me siento
más cerca de ellos que antes. ¡Curioso! Y pasa lo
mismo con mi familia Hablamos más a menudo y
mi madre ha aprendido a hacer videoconferencias jajajajaja ¡Qué peligro!
En cuanto a mi vida diaria, la verdad es que no ha cambiado mucho pues tanto maridin como yo estábamos acostumbrados a trabajar juntos desde casa, así que nosotros ya teníamos unas rutinas y lo único que hemos hecho es ceñirnos a ellas
Las rutinas son importantes porque sino te sientes como perdido.
También hay cosas como
vestirse para ir a trabajar, aunque lo hagas
en casa; yo suelo hacerlo de manera más relajada pero maridin se pone de punta en blanco, cada uno a su manera
También hay que buscar la forma de que los días no sean todos iguales y aportar tú la diferencia. Por ejemplo, yo hago ejercicio todos los días menos los fines de semana, eso le da a entender a mi cuerpo que es fiesta
Creo que este tipo de diferenciaciones hacen la vida de confinamiento más llevadera. Pero no quiero meterme en este berenjenal que ya tenemos mucha información al respecto. Mi consejo es que de toda esa sobre información que recibes sólo debes
elegir las sugerencias que mejor se adapten a ti.
¿Y vosotr@s? ¿Qué habéis aprendido o descubierto estos días?