¿Somos los únicos que durante la Navidad, por muchos días de fiesta que tengan los peques, no jugamos con todo lo que trae Papá Noel? Porque no sé vosotros, pero aquí no paramos por casa, y teniendo en cuenta que yo no tengo vacaciones y que trabajo excepto los festivos, pues mucho tiempo en casa para jugar, sobre todo en familia, pues como que no sacamos.
Entre salidas con amigos, comidas aquí y allá y todas las propuestas de ocio que hay durante esos días, pues eso, que no paramos. El día antes de Noche Vieja aún tenía que preparar las maletas para los cuatro días que nos íbamos fuera, con compra y lavadoras pendientes; habíamos quedado para cenar con amigos y lo anulamos para preparar las cosas, porque la tarde la ocupamos con un plan más molón que hacer esas tediosas tareas que me esperaban, porque no sé a vosotros, pero a mí preparar maletas me da un perezón... Y no será por falta de costumbre.
Pues eso, que teníamos mejor plan: nos fuimos a ver el espectáculo Disney Live! Mickey's Music Festival, que como anuncié hace unas semanas, venía a Castellón. Y vaya si valió la pena, aunque por ello acabáramos retrasando la hora de salida prevista del viaje por no tenerlo todo listo (igual no sabéis que recibí la Navidad con un ojo vendado a causa de un fuerte golpe y por ello fui aplazando cosas pendientes de hacer, que acabaron acumulándose).
Pero como digo, valió la pena, los niños disfrutaron muchísimo y nosotros también. Actuaban Mickey y sus amigos como maestros de ceremonia, y se representaron tres historias Disney: Aladdin, con momentos preciosos, La Sirenita, para mi gusto la más floja salvo un par de momentos, y Toy Story. Y al contrario de lo que opinaron algunos de mis amigos tras el espectáculo, a mí precisamente una de las cosas que más me gustó de este fue que no salieran las últimas princesas o las historias más actuales. Que sí, que Frozen es muy bonita, y Anna, Elsa y Olaf enamoran a cualquiera, pero se ven hasta en la sopa, sobre todo nosotros este año - bueno, el recién acabado 2015 - después de haber estado en Disneyland París.
La puesta en escena de algunos momentos es espectacular, impresionante para los niños, que se quedaban embobados. Y, al menos en el Auditorio de Castellón, casi daba igual desde dónde lo vieras; nosotros estábamos bastante arriba y lo vimos perfectamente.
Lo que sí comparto con mis amigos, es que quizá le falta un final más apoteósico, teniendo en cuenta que es un espectáculo oficial de Disney y que las entradas no son regaladas precisamente - aunque no sea mi caso -. Que no tenga una duración excesiva, algo más de una hora, yo hasta lo veo positivo; no olvidemos que el público al que va dirigido son niños.
Así que, si a vuestros peques les gusta el mundo Disney y tenéis oportunidad de ir a ver alguno de sus espectáculos, no la dejéis pasar. En breve empezará la gira del Disney On Ice. Mundos Encantados y tiene pinta de ser realmente precioso, aunque de momento no está previsto que vengan a Castellón.
El tema de los regalos de Navidad y cuándo los usamos, mejor lo dejo para otro post, que este finde ha sido muy casero y hemos jugado mucho.