¿Si se nos preguntara que es lo que más consultamos al día? ¿Qué es lo que suele condicionar lo que hacemos, dónde vamos? Probablemente podría haber varias respuestas y opiniones, pero probablemente también, todos y todas, coincidiríamos en que quizás una de las “cosas” de las que más pendientes vivimos es el tiempo y por tanto lo que más miramos es el reloj, sea del tipo que sea.
Según la física relativista, el tiempo es algo que en realidad no existe, sino que es solamente un concepto ya que lo que observamos es el movimiento y cómo se transforma lo que nos rodea. Platón dijo “el tiempo es una imagen móvil de la eternidad”…
Sea como fuere, lo que es un hecho es que casi desde el principio de la historia, el hombre ha querido medir el tiempo y tener una referencia para saber en qué momento del día se encontraba. La historia muestra como a lo largo de las diferentes civilizaciones se han usado diversas formas para lograrlo; con agua, con arena, con el sol… Siempre buscando ese aparato que permitiera saber qué hora era, buscando lo que conocemos como el reloj. Lógicamente a medida que ha evolucionado y han ido avanzado la ciencia y la tecnología, se han ido creando modelos distintos, con más precisión y más prestaciones.
Puede decirse que es uno de los instrumentos más populares que existen actualmente. ¿No los ves así? Párate un segundo y mira cuántos tienes a tu alrededor, intenta contar cuántos tienes en casa
, en el coche, incluso en el aparato desde el que estás leyendo este texto…Hoy en día, quizás debido al ritmo de vida que se lleva, el reloj se ha convertido en un instrumento omnipresente en la vida de cada un@ de nosotr@s. Incluso ha llegado un punto en que hasta se asocia algunos modelos o marcas a símbolos de lujo o a clases sociales…
Podría decirse que es más que un aparato, más que un electrodoméstico, más que un elemento decorativo, más que un utensilio de uso personal, más que un artículo de oficina…
Incluso ya no sonsimples elementos que marcan la hora, sino que se combinan con otros objetos, aportándole así un valor añadido. Sólo a modo de ejemplo… Como elementos decorativos y útiles, existen las novedosas estaciones meteorológicas, que permiten con un solo vistazo saber qué hora es, a cuanta temperatura estamos y qué humedad nos rodea… O bien los marcos de fotos que incorporan también el reloj… Se ha incluido ese instrumento en varios artículos de oficina, de forma que ahora se pueden encontrar cubiletes con reloj, calendario y temperatura; relojes con multipuertos USB, soporte para clips con hora...
Lógicamente las empresas no han pasado por alto este peculiar instrumento, este útil artículo que forma parte de nuestras vidas y al que no pasa un día sin que le prestemos nuestra atención, el reloj, en todas sus formas, tamaños y combinaciones...
La mitad del trabajo ya está hecho: es práctico, es útil, es popular, se usa a diario... por qué no aprovecharse de esto y simplemente hacer la otra parte del trabajo, personalizarlo e incorporarlo a nuestros artículos promocionales ¿qué mejor modo de que nuestr@s clientes nos tengan en cuenta casi cada día, casi a cada rato...?