Antes de querer cambiar al mundo y a las demás personas, te pregunto: ¿qué huella estás dejando?.
La mayoría de las personas desea que el mundo cambie y esperan que los demás (sean conocidos o no) actúen en cada situación como lo harían ellos, y en caso de no se así, adoptan una actitud negativa frente a estos.
Si te suele suceder lo que comento en el párrafo anterior, debes entender que todas las personas somos diferentes, con distintos Valores, creencias, saboteadores y misiones de vida.
Por lo cual esperar que las otras actúen como lo harías tú, es bastante difícil.
Además si te pones a pensar, el otro también tiene el mismo derecho que tú a querer que actúes como lo haría él, así que lo mejor de todo, es no perder el tiempo en esto.
Querer cambiar a los demás y al mundo para que actúen según tus creencias y manera de pensar, es un derroche de energía y tiempo, además de la carga emocional que esto produce.
La buena noticia es que existe una forma de cambiar a quiénes te rodean, de una manera indirecta y con muchísimo menos desgaste, que es a través de inspirar mediante tu ACTITUD.
Cambiar a los demás tratando de imponer tus hábitos e ideas es un desgaste alto pero hacerlo desde tus propios cambios, es un camino muy beneficioso y efectivo.
Cuando una persona se conecta con su ESENCIA y vive desde lo que es, se produce una enorme transformación en su vida y automáticamente esto repercute en su alrededor.
Si quieres cambiar tu mundo, ¡primero cambia tú!. Porque esto es lo único que puedes controlar al ciento por ciento.
Y te preguntarás: ¿qué es vivir desde la ESENCIA?.
Es vivir conectado a tus Valores, tener claridad para crear una Visión de Vida, ejecutar tus planes de acción con seguridad y compromiso, saber gestionar a tus saboteadores internos y emociones, no dejarte llevar por la ansiedad y frustraciones del entorno, en definitiva, es SER tu mismo.
Cuando tienes esto y vives desde ese lugar, será el momento en el que has tomado el mando de tu vida y eres el capitán de tu barco.
Mediante esto que te comento podrás inspirar y ayudar a los demás a cambiar, a facilitarles el proceso de reflexión, a que te imiten algunos hábitos y manera de pensar.
La mejor forma de ayudar a que alguien cambie algo es a través de los actos, de verte actuar y vea la manera por la que te mueves en la vida, te aporta beneficios y plenitud.
Por eso es tan importante saber la huella que estás dejando.
Ten en cuenta que de cada vez que te relacionas con alguien o haces algo, estás dejando tu huella, un impacto, algo tuyo, una marca, un recuerdo.
Si te cuesta averiguar que huella estás dejando, pregunta a quienes te relacionas:
¿qué imagen tienen de ti? y tu presencia ¿qué les aporta?.
Tal vez estas respuesta te ayuden a pensar en la huella que estás dejando y en la que te gustaría dejar.
Te deseo una Feliz NOCHEBUENA y NAVIDAD (si la celebras), y que te traiga mucha luz para que puedas ver todo con más claridad.