“¿Qué iba a hacer yo?”

Ese momento de interrupción para hacer algo… de lo más común.Cotidianamente, o quizá muy seguido, nos enfrentamos a una pregunta que puede ser explicada a través de nuestros mismos pensamientos: “¿Qué es lo que iba a hacer?”. Recoger las llaves, escribir una nota, apagar la luz o poner la alarma de la casa son algunas de las acciones cotidianas que pueden ser interrumpidas por un “lapsus” que llegamos a considerar inexplicable… esto por ser una acción determinada y lógica. No es nada anormal. Tampoco se trata de una enfermedad. Se llama “Efecto Umbral”, el cual llevó a la Universidad de Notre Dame a realizar un estudio en el año 2011 sobre esta cuestión. A través de 55 estudiantes universitarios y un juego en computadora pudo descubrirse que el cerebro puede llegar a tener el funcionamiento equivalente al de cualquier unidad de procesos computacional. Antiguamente se consideraba que la memoria podía ser analíticamente perfecta y libre de errores; sin embargo, el funcionamiento de la memoria debe ser imperfecta para ser correcta. El experimento fue realizado también en la vida real. Tanto en el juego como en la computadora, los participantes de este experimento debieron recolectar objetos y trasladarlos de un lugar a otro. Los objetos ya colocados en las otras habitaciones “volvían a aparecer”… y no precisamente porque los supervisores del experimento los volvieran a colocar, sino que la memoria “se confundía” y volvía a presentar estos objetos que ya no tenían sentido en la acción que era ejecutada. Esta “confusión” causa el efecto que paraliza la acción que se ejecuta en ese momento. No hay nada de qué preocuparse. Es parte del funcionamiento de la memoria. Por lo que si no recuerdas “¿qué ibas a hacer?” ¡No importa!... tal vez el hámster necesite correr un poco más.