Tanto despotricamos contra todo y contra todos, que solo queda vivo el franquismo. Así lo han visto las fuerzas de la derechona, ya no solo las fuerzas vivas, económicas y ultramedios donde viven en plenitud los tertulianos fascistas con antiguos franquistas, los nacionalcatólicos de nuevo cuño, con los neoliberales, estos sí, verdaderos neos amigos del Tea party, juntos a xenófobos, racistas, ultramachistas, anti progresistas...
Ya no están solo ellos, por los barrios y pueblos se extienden desde hace años estas especies que han ido cobrando forma alrededor de las victorias del PP y del olor al poder casi absoluto en las próximas generales. El odio, la agitación ultra, corre vivo y rápido por bares y calles, por internet y prensa gratuita, por los plenos municipales y los mercados. Todo vale para arrinconar y vencer a los españoles rojos, y no se engañen, rojos significa también, verdes, malvas, progres incluso conservadores, rojos significa todos menos ellos.
Y no, no se trata de vencer al PSOE, sino de derrotar a la izquierda toda, y al centro todo y de arrinconar y dirigir a la derecha toda, que nutre las filas del PP.
Tanto despotricamos contra aquel PSOE de Felipe, el neoliberal, como le llamaban muchos, o Solana, otro igual, tanto agitamos contra el neoliberalismo que se imponía en el mundo global, que nos olvidamos que aquí mientras tanto, mientras Reagan y Thacher se imponían, aquí se montó el estado de bienestar a decenas de años luz del franquismo. En aquellos años del PSOE en el gobierno con Felipe González.
Pero tanto y tanto despotricamos de aquel nuestro pasado que solo quedaba en pie como referencia el franquismo, y demasiada gente no sabe lo que fue aquello, y aquí nos ganaron la batalla hasta derrotarnos. Por todas partes estas huestes de la derechona, vieja y nueva, ponen como modelo lo único que queda vivo tras cargarnos el resto. Todavía no se atreven a decirlo claramente, pero si el resto de la sociedad de la transición no vale para nada, lógico es pensar que la gloria estaba en aquel imaginario franquismo. Porque para entendernos todos, para esta gente ahora, quieren vendernos que la Transición solo fue el franquismo actualizado y gracias al dictador asesino.
Justo castigo a tanta ceguera. Si todos son iguales, y nos hemos cansado de escucharlo por toda manifestación izquierdista, por muchos blogs, y por los proyectos de partidos nuevos, esta vez sí, de verdadera izquierda, si tanto lo hemos escuchado, por qué dudar de que esa estrategia de la derechona haya obtenido resultados tan amplios. Ya les habían hecho parte del trabajo.
Así al frente se vislumbra la derrota total durante 25 años, el regreso al franquismo moderno que se ve, que se toca ya por muchos pueblos y ciudades, alentados por las victorias últimas, se ven por muchas televisiones y empresas, y sobre todo que se palpa en las calles, en la subida de tono de acusaciones e insultos que están instalando una nueva violencia política que ya veremos a dónde conduce. Los antiguos talibanes de las ondas han dado lugar al nacimiento de miles de talibanes de barrio y red. Con la ayuda en muchos casos de verdaderos compañeros de viaje.