He aquí una información cuyos matices deberían llamar la atención en esta España cada día más compartimentada en regionalismos y ombliguismos nacionalistas que rechazan el cosmopolitismo:
Científicos de UCLA, Universidad estatal de California, sede de Los Ángeles, han desarrollado unos paneles solares de plástico común que costarán la décima parte que los actuales de silicio, lo que hará competitivo el precio de su energía con la del carbón, del petróleo o del gas.
El polímero, como casi todo avance científico, se produce en el ese odiado país símbolo de maldades, y nace en una universidad, naturalmente, de habla inglesa, pero en la que casi todos sus profesores y alumnos entienden y chapurrean el español: abierta California.
Las investigaciones fueron subvencionadas por la Fundación Henry Samueli, un judío sefardita de 51 años con 1.800 millones de dólares de fortuna, obtenida gracias a los chips de alta velocidad que desarrolló en los años noventa en el centro de investigación que era un dormitorio. Más pequeño que los famosos garajes de San José, Palo Alto o Santa Cruz.
Nada más enriquecerse repartió gran parte de sus beneficios en centros de investigación universitaria: con sus donaciones, el millonario 164 de la lista de 400 de Forbes, abona menos impuestos, un sistema filantrópico típico estadounidense que en España suelen calificar de insolidario quienes quieren vivir de las oenegés sostenidas por el Estado.
Los protagonistas del descubrimiento son dos investigadores posdoctorales chinos, Yang Yang y Gang Li, y un doctorando de La India, Vishal Shrotriya: ninguno, estadounidense nativo, pero obviamente inmigrantes altamente cualificados en EE.UU.
Veamos España: ya hay universidades europeas que rechazan enviar a Cataluña, Galicia y el País Vasco a estudiantes del programa Erasmus porque el idioma vehicular no es el español.
Seamos selectivos, pues: como la ciencia y los conocimientos son cosmopolitas, esto es, traidores a los regionalismos y nada patriotas, despreciémoslos.
Como siempre, el unamuniano ¡Que inventen ellos!.
Voto en blanco
Cuando los líderes de la izquierda española se muestran como unos oportunistas solo obsesionados con ejercer el poder y jugar con él como los niños con su laboratorio Cheminova, desde la misma izquierda aparece con fuerza un regeneracionismo que denuncia esa falsificación, a la vez que pretende despertar a quienes aún creen en la necesidad de volver a las raíces de su ideología.
Uno de los ejemplos más contundentes de este nuevo regeneracionismo, como aquél que nació tras el desastre del 98, es el blog “Voto en blanco” (www.maker.net/votoenblanco/index.php)>, creado por Francisco Rubiales, un periodista andaluz con amplia experiencia nacional e internacional, tanto en el mundo capitalista como en el del antiguo socialismo.
Rubiales, uno de los primeros españoles que publicó un libro sobre la China de Mao Zedong, es autor del reciente y sugestivo “Democracia secuestrada”, que denuncia el fracaso de las democracias manipuladas por los políticos y anuncia la llegada de los ciudadanos como auténticos protagonistas del futuro.
El propio blog es una muestra de esa participación ciudadana, porque cada día se incorporan a él nuevos textos y autores que aportan numerosas ideas que podrían ayudar a configurar nuestro futuro.
Los regeneracionistas descubrieron los males de la España de aquellos inicios del siglo XX y alguno de ellos, como Joaquín Costa, llegó a defender la figura de un “cirujano de hierro” para curarlos.
Costa era el más extremista de los regeneracionistas. Un desesperado por la ineficacia, corrupción e ineptitud a la que habían llegado los dos partidos que se intercambiaban el poder entonces.
“Voto en blanco” es todo lo contrario a esta solución tan fácil y, desgraciadamente, tan utilizada el siglo pasado. Precisamente, trata de que otros regeneracionistas radicales y asqueados no vuelvan a tener ideas así. Porque cree en la regeneración democrática protagonizada por la ciudadanía, lejos del opresivo y frecuentemente corrupto poder de los políticos.
En esta nueva forma de informar y de crear opinión que es el blog, “Voto en blanco” es un diario de navegación y un libro electrónico en el que se enrolan mentes de la izquierda libre e independiente. Una izquierda que, a fuer de serlo, no puede ser más que liberal y abierta.