Que la lucha no pare

La batalla de las ideas, la lucha ideológica contra la burguesía la estamos perdiendo, no porque puedan refutar las teorías filosóficas del Materialismo Histórico y el Materialismo Dialéctico (Si nunca has escuchado estas palabras, te animo a que leas el siguiente libro: Principios Elementales de Filosofía), más bien porque es muy difícil luchar contra la maquinaria de propagar e inculcar ideas del sistema capitalista, pues este aprovecha todos los aspectos de la vida humana para que prevalezcan inamovibles. Llevan tanto tiempo bombardeando nuestras vidas, que si uno no pone de su parte para salir de “matrix”, nunca llegará nadie con las pastillitas de colores.

Sí es cierto que cuando la realidad te golpea y se derrumba tu situación personal o la de familiares muy cercanos y queridos, entonces es cuando se empieza uno a replantear las viejas y continuas ideas. Eso es consecuencia del individualismo inculcado, a base de bien, y que podemos comprobar a diario, gente desahuciada, en paro, con deudas, ect ¿es qué quizás estamos libres de correr la misma suerte?…

Pero estaríamos equivocándonos si solo planteamos la lucha en el terreno de las ideas, podemos hacer los mejores análisis de la situación de nuestro alrededor, pero sino damos un paso para cambiarlo, seguiremos siendo individualistas, seguiremos mimando nuestro mundo, nuestro pensamiento. De nada vale la teoría sino intentamos ponerla en práctica, de nada vale escupir en el bar o en el trabajo contra los opresores, si después no hacemos nada para cambiarlo, Teoría y Práctica tienen que ir de la mano, tan importante es una como la otra.

Si difícil es ser críticos y hacernos nuestro propio diagnóstico de la situación en la que vivimos, aun se torna más complicado llevar a la práctica los cambios que estimamos oportunos, pero ello no quiere decir desistir en el intento. Hay que participar en las organizaciones  obreras, hay que pringarse en proponer acciones y análisis, hay que dar la cara aunque ello conlleve llevarte un buen puñado de porras o denuncias, al fin y al cabo, lo que ellos defienden con tanta violencia e intimidación, es el mal a nuestros problemas, ¿cómo van estar dispuestos a cambiar, si con el cambio pierden sus privilegios?, los únicos cambios que realizan en el sistema es para afianzarlo…tenemos que seguir luchando, en nuestro barrio, pueblo, ciudad…donde queramos y como podamos, que no nos pueda la resignación.