Ante la ya inminente apertura de las urnas, es necesario afirmar, en honor a la verdad, que VOX es, probablemente, el partido político con mas calidad democrática y con propuestas mas cercanas a la democracia que existe en el panorama político español, pero no emerge, ni triunfa, ni logra salir del ostracismo. ¿Que le ocurre a VOX? Intentemos descifrar el misterio. Hay tres claves que explican la debilidad de VOX: una es su escaso acierto en el marketing político; la segunda es que los ciudadanos no perdonan a los nuevos partidos defectos como corrupción y luchas internas, que sí toleran a los grandes partidos de siempre; la tercera es que Vox está siendo boicoteada por los viejos partidos y por los medios, que le niegan relevancia y presencia en la actualidad porque sus propuestas y programas son demasiado buenos y atractivos. ---
Es el único partido que propugna la desaparición de las autonomías y una reducción drástica de los impuestos, sentimientos que comparten mas de la mitad de los españoles, según las encuestas, pero es un partido poco conocido, casi clandestino, que no consigue salir del ostracismo al que le someten los medios, quizás presionados por los grandes partidos, que saben que el programa de Vox es demasiado atractivo y democrático para poder competir con el.
Sin embargo, el misterio tiene también algunas explicaciones en la lógica y en el marketing político.
VOX ha cometido errores clásicos en los partidos políticos españoles: corrupciones y enfrentamientos cainitas en su seno, dos pecados que los ciudadanos toleran a los viejos y podridos PP y PSOE, pero que no perdonan a las nuevas formaciones, a las que les exigen mucho mas, sobre todo que sean limpias y que antepongan siempre el bien común a los propios intereses.
VOX también ha nacido desnudo, sin mas capital que sus ideas y sus militantes, sin ayudas mediáticas, sin un think tank detrás que le proporcione ideas, sin equipos que vigilen la actualidad y la exploten en beneficio del partido, con una inocencia virginal, o tal vez con demasiada arrogancia, confiando en sus propios recursos ideológicos, creyendo que en un país tan corrompido y poblado de sinvergüenzas y canallas pueden prosperar la verdad y los argumentos sólidos.
La voz de VOX ni se oye. Sus ideas, muchas de ellas brillantes, se ahogan antes de salir a la luz. Solo los que llegan a conocerlo lo valoran y pueden sentirse cautivados ante tanta cordura.
El problema de VOX es de cohesión interna y marketing político, de haber fallado en lo imperdonable y haber sido lo bastante iluso y temerario para salir a la luz sin coberturas y apoyos suficientes, de haberse atrevido a trabajar en el trapecio sin red.
Y, sin embargo, a un partido como VOX, con ideas acertadas y con un nicho teóricamente amplio en el espectro político español, debería resultarle relativamente fácil reclutar a personas capaces de ayudarle en el ascenso hacia la popularidad y el poder porque hay cientos de miles de españoles deseosos de sumar su esfuerzo político a un partido ético, decente y con las ideas que España necesita pasa escapar de su destrucción.
Los casos de corrupción que le han afectado le han hecho un daño terrible, pero es lógico y deben entenderlo porque los ciudadanos están dispuestos a aceptar y apoyar a los nuevos partidos solo si los ven diferentes y distantes de los viejos y no perdonan a los nuevos pecados como la corrupción, que perdonan una y otra vez a los viejos mastodontes del PP y del PSOE.
Probablemente, el mayor error de VOX haya sido presentarse ante la sociedad española como un partido nuevo, pero sin demostrar su novedad, sin estilos nuevos ni rompedores, con estilos y tics estéticos muy parecidos a los del PP.