Revista Espiritualidad

Qué le ocurre realmente a nuestro cuerpo y mente cuando morimos

Por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

Esta es una pregunta que todo el mundo se ha hecho por lo menos una vez en la vida. Hay gente a la que le importa menos y otra a la que más, pero de todos modos, es una cuestión que no deja de inquietar.

A pesar de las múltiples creencias y religiones, siempre hay una pregunta común y es: ¿qué pasa con nuestro cuerpo cuando morimos? Algunos creen en la reencarnación, otros en la resurrección del alma, y muchos piensan que la vida se acaba una vez que nuestro corazón deja de latir.

Responder a esta pregunta en materia espiritual es imposible, pero en cuanto al aspecto físico sí que existen ciertas certezas.

Primero de todo, debemos conocer una serie de indicaciones para saber si una persona está realmente muerta.

muerte

Cortesia de: Youtube

Para corroborar que alguien ha fallecido, hay que comprobar su respiración durante un minuto para saber si el corazón está latiendo y tiene pulso, explica Clare Gerada, médico del Colegio Real de Médicos Generales en Reino Unido.

Hay que confirmar que no esté respirando y apuntar a las pupilas con una linterna para asegurarse de que no responden al estímulo de la luz.

Cuando nuestro corazón deja de latir, la sangre deja de circular, se espesa y se coagula. Al dejar de circular, empieza a acomodarse bajo el peso de la gravedad en un proceso conocido como livor mortis.

Al no tener circulación sanguínea, a partir de las 4 o 6 horas, nuestro cuerpo empieza a perder temperatura y los músculos se endurecen, este es un proceso conocido como rigor mortis. Esto dura entre 36 y 48 horas, dependiendo de las circunstancias, explica Carla Valentine, curadora técnica del Museo de Patología Barts en Londres.

Al dejar de respirarnuestras células ya no se nutren de oxígeno. Sin oxígeno, la mitocondria que hay dentro de las células no puede producir adenosín trifosfato, una sustancia química que cumple una serie de funciones celulares.

Las células muertas comienzan a quebrarse y a liberar todo tipo de sustancias, creando un ambiente perfecto para las bacterias y hongos, siendo estos los culpables de la descomposición de nuestro cuerpo. También se producen compuestos que contienen azufre que junto a numerosos gases, empiezan a hinchar el cuerpo temporalmente.

El proceso de descomposición se ve afectado por múltiples factores. “La regla básica es que, bajo tierra, el cuerpo tarda 8 veces más en descomponerse que fuera de ella“, dijo Valentine.

El mito de que las uñas y el pelo continúan creciendo después de la muerte es falso, según explicó Caitlin Doughty, directora de funerarias de la organización The Order of the Good Death.

Siempre se ha creído que este mito era cierto ya que esa era la impresión que nos daban los muertos.

Pero la realidad es que, las uñas y el pelo no crecen, lo que ocurre es que nuestro cuerpo se encoge y deja al descubierto parte de las uñas y del pelo que antes estaba cubierto. Es la piel que rodea las uñas la que se deteriora y retrae, haciendo que las uñas parezcan más largas. Lo mismo pasa con el pelo y la barba.

¿Qué te ha parecido? ¿Conocías todo esto sobre la muerte? ¡Publica tus impresiones abajo en la sección de comentarios!

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