El eurodiputado español Manu Pineda calificó hoy de injerencia inadmisible la declaración Josep Borrell sobre decisiones judiciales de Cuba y le pidió denunciar las agresiones de Estados Unidos contra la isla.
En una carta enviada al alto representante de la Unión Europea (UE), responsable para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, recordó que se trata de un Estado soberano, que juzgó y condenó a personas por actos probados y su demostrada participación en delitos durante las protestas del 11 y 12 de julio del año pasado en el país caribeño, informó Prensa Latina.
Pineda precisó que los procesados cometieron actos de desorden público, instigación a delinquir, robos con fuerza y violencia, atentado y sabotaje.
“En distintas localidades apedrearon instituciones oficiales, hospitales, establecimientos comerciales y de expendio de combustible; muchos de ellos como consecuencia de la violencia generada, resultaron saqueados y sustraídos los bienes, provocándose cuantiosos daños; asimismo, fueron asediados, volcados y dañados medios de transporte público”, amplió.
Borrell expresó “preocupación” por las condenas dictadas en Cuba contra algunos de los participantes en las manifestaciones.
El eurodiputado del Grupo de la Izquierda cuestionó que en sus comentarios sobre la isla, el alto representante pasara por alto las agresiones constantes que enfrenta la nación antillana desde Washington, con políticas como el bloqueo, la instigación al odio y la financiación de acciones desestabilizadoras.
De igual manera, subrayó el derecho de Cuba a defenderse y rechazó la cruzada para manipular la respuesta dada a hechos violentos y de vandalismo.
“En Cuba no se está persiguiendo la libertad de expresión, ni la de protesta, ni de reunión. En Cuba se está dando respuesta legal a los graves hechos que atentaron contra el orden constitucional y la estabilidad de ese Estado”, afirmó en su misiva, la cual divulgó en las redes sociales.
Debemos tener en cuenta –continuó- que pensar diferente, cuestionar o manifestarse no constituye un delito en Cuba, por lo que se condena, como en cualquier otro país, la realización de disturbios, desórdenes y agresiones o la incitación a los mismos.
Pineda llamó la atención de que las declaraciones se produjeran apenas dos días después de que se reuniesen el enviado especial de la UE para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, y la subsecretaria norteamericana para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, Lisa Peterson. Asimismo, criticó que la UE no muestre preocupación por los miles de niños condenados a cadena perpetua en Estados Unidos y que Borrell no lo denuncie.
Esto evidencia un doble rasero a la hora de valorar los acontecimientos en función de a quién vaya dirigida la denuncia, advirtió.