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¡que les den¡

Publicado el 10 abril 2010 por ArÍstides

 

 

¡QUE LES DEN¡
¡QUE LES DEN¡

LA VIDA NO VIVIDA ES UNA ENFERMEDAD DE LA QUE SE PUEDE MORIR. C. G. Jung

El Sol saldrá a las 5,58 h. y se pondrá a las 6.05 h.

 Este solar ibérico está en llamas por los cuatro costados y los pirómanos corren por todas partes diciendo: “yo no he sido” o “me habéis destrozado la vida”. Son 730 las causas abiertas contra “supuestos” amigos de la cerilla que acampan por los montes sin haber aprobado antes el graduado escolar. La ”cortina” de humo es espectacular, pero aquí no pasa nada, porque quienes tienen que enviar a los bomberos alegan que ya “se han tomado las medidas oportunas” y que están muy satisfechos por el trabajo realizado.

Vamos, que los “rumores no se comentan” y mejor nos damos una vueltecita por el país para comprobar si es cierto y volvemos a lo nuestro: “hablar de los problemas económicos” del momento, porque estos montes han ardido toda la vida y la cosa ha dado juego. A lo nuestro: que el bosque se rehabilitó de los incendios de Naseiro y lo hará con Gürtell, de la misma manera que lo hizo con Filesa. La naturaleza es sabia y es mejor no intervenir; como en el mercado, mejor que se regule él solo.

Contra los incendios, “tolerancia cero”. Así, con vehemencia, que se nos note cabreados pero sin olvidar que son amigos y siempre nos fueron fieles. Por lo demás, tranquilidad, porque fue una compañera la que “destapó” el incendio en los montes de Gürtell. Sin darse cuenta, es cierto, pero lo hizo y con ello demostró nuestra preocupación por la naturaleza.

Debemos ganar tiempo y recordar que otros montes ardieron antes, porque todos tenemos un incendiario en la familia. Nos basta con esperar a que otros rescoldos cojan fuego y quemen la casa del vecino. Mientras tanto, humo, mucho humo, porque -ya se sabe- las noticias se fabrican con cotilleos y con bulos que empozoñan todo, hasta que llegue la lluvia y apague la hoguera. Y nada, sobre todo, hay que dejar que la justicia trabaje en paz, sin interferir en las decisiones de los jueces (a los amigos, claro, que  a los otros ya los apartaremos).


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