Revista Cultura y Ocio
"El abuelo Vicenzo una vez me contó cómo se había salvado de un naufragio famoso. Le pregunté si se había librado porque sabía nadar. "No, cómo se te ocurre. Siempre he tenido más afinidad con las aves que con los peces. Pero la verdad es que tampoco sé volar." Su carcajada florentina resonaba en el patio como un carrillón, "¿y entonces cómo te salvaste?¿Muy sencillo: perdí el barco en Génova. Llegué al puerto media hora después de su partida asquerosamente puntual. Traté de conseguir una lancha que me llevara hasta el vapor (aún estaba a la vista). Para mi suerte, fracasé en el intento."
Mario Benedetti
Decía Eduardo Mendoza: Si tuviera que llevarme un sólo libro a una isla desierta, preferiría ahogarme en el naufragio. Pero es cierto que es una pregunta tonta que hacemos desde que somos pequeños, ¿qué te llevarías a una isla desierta? y elucubramos y nos damos cuenta de que no tenemos enchufes o pilas y le damos vueltas. Luego crecemos y vamos acotando y nos preguntan por nuestras cosas favoritas; ¿la comida? el tomate, la tortilla... ¿la bebida? la coca cola, ¿un color? el negro, el rojo si es en las suelas de los zapatos, ¿un libro?... Pregúntale a un lector por su libro favorito y, si es un lector empedernido, de esos que sudan tinta para elegir la siguiente lectura, no por elegirla, sino por sacar de ahí abajo de la pila de pendientes el título que se le antoja, y lo tendrás entretenido durante un buen rato.
¿Mi libro favorito? Para los nostálgicos será aquel que le hizo descubrir que era un apasionado de las letras, para los románticos fue su primer amor, regalado o escrito entre sus páginas, para los desmemoriados será el último que le hizo vibrar y para aquellos que escriben será el que les hizo pensar eso de "yo podría hacer algo así". Hay tantos motivos como personas y no hay una sola persona que tenga un único motivo para elegir un libro. La primera edición dirá el coleccionista, o ese que me firmó.. dirá el lector avezado y suertudo de haberse podido acercar. Y es que, no es justo elegir un único título cuando son tantos los que nos han acompañado, si acaso elegir el nombre de un escritor; porque eso si es más fácil, siempre hay uno al que volvemos, que nos acoge entre sus páginas, que no falla en sus letras y cuyos títulos esperamos apenas hemos cerrado su última historia. Dónde va a parar, todos tenemos ahora mismo su nombre en la punta de la lengua y, en muchos casos, la pena de no poder expresar lo que hizo por nosotros sin querer, sin saber...
Pero hablábamos ahora del libro, que no de su autor, y también de la isla, como los niños, porque una forma de leer es soñar lo leído, volver a ese estado de imaginación infantil, ahora tomada prestada al escritor que tiene quizás más de niño que nosotros y por eso es capaz de plasmar sus sueños.
Y así, con todo esto dicho, la pregunta es clara, ¿qué tres libros os llevaríais a una isla desierta? Serían libros ya leídos o correríais el riesgo de leer durante años algo que no os gustó, tal vez libros de esos que dicen tochos para que os duren más, y lo digo mientras sigo sopesando si es mejor incluir al menos uno no leído. ¿Y poesía? pero de la positiva, una isla desierta quizás no sea un buen sitio para poemas deprimentes... Decidme, ¿qué tres libros os llevaríais a una isla desierta? Y bueno, supongo que me toca responder a mi. Así que yo creo que si tuviera que elegir que llevarme a una isla desierta y reflexionando un poco sobre todo lo dicho me llevaría a...
Gracias.
PD: Si, es mi lado cotilla, el del lector que se asoma por encima del hombro, el que busca el libro con más marcas cuando va a casa de un amigo, el que no puede evitar mirar el título que compra la persona que está delante en la librería. Por eso es la pregunta, porque no me gustan las listas que hablan de novedades o de género de ventas hoy o hace un mes, me gustan las recomendaciones directas que hacen cierto eso de que hay libros que recomiendan personas. Dejad vuestros títulos. Juguemos.