Con ya casi el verano a la vuelta de la esquina os enseño los que han sido mis elegidos para tomar el sol. Este año he optado por texturas nuevas y cómodas, ya que las típicas leches solares en botes enormes acaban siendo muy incómodas para ir a la playa. No nos engañemos, esos botes gigantes acaban pesando más que la toalla, el libro y el agua. Además de no ser muy prácticos. Eso sí, suelen ser los formatos más económicos. Para el rostro, mi favorito ha sido un solar con SPF 30, ya que ha sido el más cómodo en cuanto a textura. Aunque lo mejor sería un SPF 50+, para protegernos bien del sol, ni que sean los primeros días. Pero como os digo este verano he tomado casi nada el sol y de forma muy urbanita, así que con estos he tenido suficiente. Si no, el solar de 50+ hubiera sido el ocupante de mi neceser playero.
Soleil Divin SPF30 de Caudalie. Ya os comenté que se había vuelto un básico en mi rutina del día a día porque se trata de un solar con una textura en crema, pero nada grasa. Se absorbe rápidamente y no deja sensanción brillante en la piel. Más recomendado para pieles secas o maduras. A mí me ha ido muy bien, pero no lo recomendaría para pieles grasas o incluso mixtas.
Bruma hidratante invisible SPF 50 Capital Soleil de Vichy. Esta textura ha sido de las que más me han gustado de este verano. Muchas firmas han sido las que se han aventurado a texturas más ligeras para el cuerpo con formato en spray y tamaño más pequeño. Justo por estas tres cosas a mí me ha convencido la bruma, porque se aplica fácilmente, sin demasiado pringue, no deja un velo blanquecino en el cuerpo y no es un formato gigante.
Eau Thermale de La Roche Posay. Si hay una cosa que adoro son las aguas micelares en formato mini para llevar en el bolso. No pesan demasiado y permiten refrescarte en cualquier sitio. Esta en concreto de La Roche Posay es muy calmante y va genial para refrescarte en la playa, sacarte el salitre y poder reaplicar el protector solar.
Ecran Aftersun Leche Hidratante Calmante. Lo más importante de una exposición solar es hidratarse bien la piel después de la ducha post-sol. Con el sol la piel puede deshidratarse y una loción aftersun es el complemento ideal para devolverle la elasticidad a la piel. Además que si tenemos la piel bien hidratada el bronceado dura más tiempo. Os recomiendo guardarlas en la nevera, la sensación en la piel es brutal después de haber estado expuesta.
Y estos han sido mis básicos del neceser playero. Cuatro cositas sin las que no podría haber salido de casa. Está claro que en este tipo de neceser incluyo más cosas: un peine, unas gomas y horquillas para el pelo, un espejo para retocarme, toallitas húmedas para las manos o unos kleenex. ¡Pero no son tan glamourosas!
¿Cuáles han sido vuestros elegidos para ocupar el neceser del sol?