Tres magistrados de la Audiencia Nacional concedieron la libertad bajo fianza de cinco millones de pesetas a un supernarcotraficante para el que la fiscalía pedía 60 años de cárcel y 65.000 millones de pesetas de indemnización. El narco, naturalmente, se escapó.
Lo que sigue no tiene nada que ver con los magistrados de la Sala Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional a los que se refiere el párrafo anterior.
Solo como curiosidad documental se indican algunas salidas profesionales elegidas por jueces extranjeros que perdieron la jurisdicción:
1.- John S. Crown. Ejerció de abogado y socio de Al Capone.
2.- Mathias Taylor. Volvió a la abogacía. Se hizo cocainómano y heroinómano, y terminó como capo de la droga en Florida. Fue protegido de:
3.- Thomas S. Corlnass. Arrepentido de haber liberado a Taylor, y avergonzado ante su familia y amigos, se pegó un tiro. En una carta de despedida pidió que su cadáver se incinerara con el primer alijo importante de drogas que apareciera.
4.- Piero Scorzzato. En Palermo se ganó el amor y la devoción de influyentes grupos sociales. En algunas parroquias sicilianas se hicieron pequeñas imágenes con su figura a las que se rezaba. Y es que en el ejercicio de su magistratura este santo liberaba milagrosamente con pequeñas fianzas a los presos de la Cosa Nostra. Hoy es un padrino muy respetado.
Estos ejemplos demuestran que en EEUU e Italia hay jueces poco recomendables, pero España es diferente.