Revista Opinión
Ronco, casi sin vos, de cantar a los gritos los 34 temas de Pearl Jam. Ayer el estadio único de La Plata fue un templo. El grupo una aplanadora de música. Un clásico recital del grupo. Pura electricidad sin frenos ni contemplaciones. Tomalo o dejalo. El público un espectáculo aparte. Por momentos me traslade mentalmente a 1999 cuando vi a Pearl Jam en vivo en San Diego y quedé hipnotizado. Aún sigo saltando en el recuerdo de los mejores temas que anoche atravezaron el corazón de la gente que sin duda recibió más de lo que pagó y contagió al grupo. Pura adrenalina. En mi caso con el cover de los Ramones I Believe In Miracles, me doy por bien pagado.