El presidente Rajoy confiaba que los Mercados entendieran sus presupuestos. Que se pusieran a sus pies, y que ante estos presupuestos elaborados bajo sus dictados, lo menos que podría ocurrir es que ganara su confianza y le agradecieran sus servicios prestados.
Pero Rajoy ha demostrado no conocer a los Mercados. Los presupuestos presentados ayer por el gobierno, además de ser insolidarios y no presentar soluciones al gran problema del país: el paro; no han convencido, en absoluto, a sus amos. A las prueba me remito. La bolsa en caída libre y la prima de riesgo cada vez más alta. Montados en un ascensor loco no hacemos sino viajes al infierno. Sube la prima de riesgo –390 puntos, 30 más que Italia--, baja la bolsa. Suben los precios y bajan las prestaciones sociales.
Rajoy reformando (perdón: destrozando) el Estado del Bienestar
De hecho ayer por la mañana España colocó deuda, pero con dificultad, y a un interés muy superior a las veces anteriores, habría que volver a septiembre pasado para encontrar una situación similar. Mientras, nuestra “querida bolsa”, otro termómetro de la situación, baja en dos días cinco puntos.
Lo ha dicho Draghi, los Mercados, los insaciables Mercados quieren más. No es suficiente, la sangre no ha llegado al río. Necesitan vernos hundidos y pisoteados. No quieren que levantemos la cabeza. España es la próxima víctima, se ponga Rajoy como se ponga, que por cierto ya está diciendo que esto es muy duro, que esto es largo, que esto no es fácil. Él, justo él que esperaba que su sola y santa presencia diera confianza a sus amos y como respuesta ya ha recibido amenazas de intervención.
Está claro que aplicando estas políticas leoninas que nos están estrujando no les sirven. Y Rajoy está sorprendido y sin saber qué más quieren, mientras nos está despojando de nuestro Estado del Bienestar.
Por un lado, nos preguntamos: ¿Para qué han servido la agresiva reforma laboral y los brutales recortes? ¿Alguien puede decir qué quieren estos Mercados?
Y, por otro, miramos a este ejecutivo y le vemos perdido y sin rumbo, saqueando a los ciudadanos y echando la culpa a Zapatero. Pidiendo paciencia y compresión, justo lo que a ellos les faltó en la oposición. ¿Hasta cuándo tendrá crédito este gobierno? ¿Va a estar siempre diciendo que todo lo que pasa es ajeno a lo que hace y culpa del ejecutivo anterior? ¿Qué periodo de gracia hay que conceder a este gobierno que no hace ni pizca de gracia? ¡Basta!, las medidas tomadas contra la ciudadanía durante estos ciento cinco días han sido muy agresivas y demoledoras de nuestras conquistas sociales y, sin embargo, estamos como al principio.
Y es que da la impresión de que para este viaje no hacían falta alforjas. ¿Para qué han servido estos sacrificios? Ah, ya recuerdo: Para beneficiar a los empresarios, a los defraudadores, y penalizar a los demás ciudadanos y aumentar el paro.
Por cierto, mientras que la bajada general en los ministerios es de casi el 17%, a la Iglesia se le ha subido del 0,7% al 0,83% la asignación del IRPF este año. A la monarquía se le recorta sólo un 2% y a Defensa (más bien, Guerra) sólo un 8%. Señal inequívoca de qué Estado defiende este gobierno.
Y así seguimos. Esperando la próxima para intentar satisfacer a los jefes de Rajoy y Cía. Ya saben, los insaciables Mercados.
Menos mal que nuestra Sra. de Cospedal, costalera mayor del reino, ruega y se sacrifica por nosotros, llevando a sus hombros, el Cristo de la Caridad. ¡Estamos salvados!
Salud y República