Este es el triste mensaje con el cual el padre Andrés García Torres, cura de Fuenlabrada, se defiende de las acusaciones de homosexualidad que la Iglesia vierte sobre él.
“Quiero decir, que no soy homosexual, soy heterosexual. Entonces yo les he dicho que me hagan la prueba, que miren mi ano a ver si yo lo tengo dilatado” afirmó el cura.
La polémica surge de una foto en la que se puede ver al párroco acompañado, al parecer, de un seminarista en la que ambos están sin camiseta. El otro joven tiene 28 años y es de origen cubano, parece ser que la imágen se tomó en un viaje a Fátima y es lo que ha presentado la Iglesia como prueba de su supuesta homosexualidad.
Al parecer según indica el trabajador de la Iglesia que fue excomulgado, el obispado de Getafe tendría una cinta de video, una foto y unos anuncios de internet donde el cura se ofrece como homosexual pasivo.
Además el padre denuncia que ha tenido que pasar un duro peritaje psiquiátrico por parte del obispado, donde se le preguntaba sobre la relación con su madre y que si había visto a sus padres tener sexo cuando era pequeño. También le han exigido la prueba del VIH (como si esto determinara ser o no homosexual).
Este tipo de comportamientos dentro de la Iglesia Católica demuestran que hay que llevar un control sobre esta institución que cada día se muestra más radical y destructiva e impedir que una y otra vez se salten las reglas del juego democrático y de los derechos de los trabajadores.