Empiezo el año con mal pie, Me he roto dos huesos del pie derecho por pisar en un agujero de una moqueta rota en un restaurante de Oviedo.
Algunas amigas y clientas me preguntan que cómo me arreglo para vestirme y qué me pongo para estar "presentable".
¡Faldas, no!
En primer lugar hay que renunciar a los vestidos o faldas que te impiden movimientos que son básicos, y los pocos que te permite tu estado.
En segundo lugar, y lógicamente, prescindir de los tacones. Ahora uso (solo en el pie izquierdo) sneakers - que no hace falta que sean de Chanel - y zapatos bajos, y estoy esperando unos que me han regalado los Reyes, de estilo oxford. Siempre suela de goma.
Por supuesto adiós a mis bolsos shopping que tanto me gustan y a los de mano. Se impone un bolsito de tamaño medio/pequeño que me pueda cruzar y no me moleste.
Así que mi uniforme es más o menos el mismo, pantalones anchos que he rescatado de mi fondo de armario, camisas, chaquetas de lana y cardigans de pico de cachemir para estar abrigadita.
ACCESORIOS
Para animarme siempre llevo pendientes bonitos y collares y procuro usar tonalidades vivas que parece que levantan el ánimo.
Cada día me maquillo y me arreglo el pelo y lista para salir en silla de ruedas, con un chaquetón de sport, bufanda o pashmina al cuello no muy larga y los imprescindibles guantes para manejar la silla de ruedas.
En la imagen, en una de mis primeras salidas con mi amiga Clara Garcia, estupenda diseñadora de Clara By Clara.