Que nadie hable de esta gente

Desde que se tomó la decisión de convocar una manifestación en defensa del trabajo y por una salida social a la crisis que terminara en la Plaza Mayor de Madrid, toda Izquierda Unida sabía que la apuesta era muy importante, y también arriesgada. Nos exigimos movilizaciones porque sabemos que es el único instrumento para hacer oír discursos alternativos al oficial. E Izquierda Unida se puso a sí misma la obligación de organizar una manifestación. Si ayer no se conseguía sacar a la calle a mucha gente el paisaje de la Plaza Mayor (en la que caben más de 10.000 personas) sería desolador y los medios de comunicación se ensañarían mostrando un ridículo de la izquierda. Pero no asumir riesgos durante estos años es lo que ha llevado a la debilidad política y social de la izquierda que está permitiendo los golpes que nos dan las políticas de derechas.
Cuando arrancó la manifestación no había más que sonrisas y abrazos por un éxito mucho mayor que el que esperábamos los más ilusos. Al llegar a la Plaza Mayor un compañero nos pedía desde la megafonía: " por favor, pasad hacia la esquina de la derecha que si no se va a quedar gente sin poder entrar en la plaza ". Quienes no conozcáis la Plaza Mayor de Madrid no os podéis suponer lo inesperado que era tener problemas para que todo el mundo pudiera entrar en la plaza.

Mientras algunos compañeros nos quedábamos por las terrazas de la zona a celebrar el éxito, algún otro se iba a casa para ver cómo reflejaba el Telediario la manifestación. Craso error: Televisión Española, la pública, la única que es propiedad de quienes no hemos provocado la crisis, no dijo ni una palabra ni emitió un segundo de información sobre una movilización multitudinaria convocada por la tercera fuerza política más apoyada por los propietarios de esa cadena. Ya en el Telediario nocturno quisieron reducir la obscenidad incluyendo un mínimo corte de menos de 20 segundos. La diferencia entre la nueva TVE y la de Urdaci es que en la anterior sólo tenía voz lo más reaccionario del país: ahora se mantiene la voz de la derecha ultramontana junto a las voces afines al PSOE, pero lo que se salga de esas dos caras de una misma moneda sigue sin existir.

Estamos acostumbrados a ver en los informativos incluso manifestaciones en otros países de apenas unas decenas de personas y de algunos cientos si la convocatoria resulta amable y está impulsada por gente de orden. La Agencia EFE, también pública, también de todos y todas, lleva unos meses midiendo manifestaciones para dejar en ridículo el baile de cifras. Ya cuando estrenaron el sistema en una manifestación cristo-fascista señalé que la objetividad no es sólo señalar cuántos manifestantes hay, sino utilizar el sistema de medición en todas las manifestaciones mínimamente relevantes, no sólo en las que interese dar a conocer como importantes. Ayer al silencio de la televisión pública se sumó la ausencia de baile de cifras: la única cifra ayer fue la que dio IU, unas 15.000 personas, que no debe de ser muy exagerado dado el aspecto de la Plaza Mayor.

Este fin de semana ha lanzado un mensaje desolador para los medios de comunicación: la noticia que transmite la izquierda ya no es la bronca ni el languidecimiento, sino el entusiasmo, la movilización, la propuesta y la refundación. Y también la respuesta al intento de ocultarnos. Desde ayer, muchos blogs ( Nicolás Durán, viramundeando, Gregorio Gordo, Alejando Solana, Luis Angel Aguilar, David Velilla, Luis Ángel Aguilar, Grândola, Álvaro Villar) y un grupo de facebook están informando sobre la manifestación y llamando a protestar a la Defensora del Espectador de RTVE (algo que haré en cuanto publique este apunte). Mala suerte, nos han pillado crecidos y no nos callarán.

(Copiado y pegado de " Quien mucho abarca")