La cantante irlandesa Sinéad O'Connor ha publicado este viernes un mensaje desgarrador en su cuenta de Twitter, en el que revela que su hijo de 17 años ha muerto, dos días después de que fuera dado por desaparecido.
"Mi precioso hijo, Nevi'im Nesta Ali Shane O'Connor, la luz de mi vida, ha decidido hoy poner fin a su lucha terrena y ahora está con Dios. Que descanse en paz y que nadie siga su ejemplo. Mi niño. Te amo tanto. Por favor, descansa en paz", escribió O'Connor.
La mujer compartió una foto de su hijo en la que sonríe tímidamente. "Es para mi Shaney. La luz de mi vida. La lámpara de mi alma. Mi niño de ojos azules. Siempre serás mi luz. Siempre estaremos juntos. Ninguna frontera nos separará", tuiteó la cantante al compartir la canción de Bob Marley 'Ride Natty Ride'.
El pasado 6 de enero, se denunció la desaparición del joven, que fue visto por última vez aquella mañana en Dublín (Irlanda).
Según se desprende de los informes sobre personas desaparecidas de la Gardaí, como se denomina la Policía local, el hijo de O'Connor era reportado con frecuencia como desaparecido, si bien en ocasiones previas los agentes lograron dar con el paradero del joven y devolverlo a casa "sano y salvo".
Una oficial de Policía encuentra muerto a su hijo al acudir a un llamado sobre un cadáver en la calle
El día de su desaparición, su madre publicó en su cuenta de Twitter un mensaje dirigido a él. "Shane, todas tus desapariciones ya no tienen gracia. Me matas del susto. ¿Podrías, por favor, hacer lo correcto y presentarte en la estación de la Gardaí?", pidió la cantante al joven. "Mi mundo colapsaría sin ti. Eres mi corazón. Por favor, no hagas que se detenga", escribió.
En tuits posteriores, la cantante reveló que su hijo había sido puesto bajo vigilancia de suicidio y denunció que un hospital que debía supervisar a su hijo había permitido que escapara después de que hace una semana intentara quitarse la vida en dos ocasiones.
Asimismo, reveló que había recibido la noticia sobre la muerte de su hijo de la Gardaí, mientras que Tusla, la agencia gubernamental encargada del bienestar de los niños, bajo la custodia de la cual se encontraba su hijo, ni siquiera se había puesto en contacto con ella.