Imagen cortesia de rakratchada torsap, en FreeDigitalPhotos.net
Por regla general, cuando una persona entra en la farmacia y se va directa a la zona de la farmacia dónde se encuentra todo el surtido de cremitas y remedios para el cuidado del cutis, siempre aparecemos nosotros con la típica pregunta...
...¿Puedo ayudarle?
A lo que generalmente, le sigue alguna de estas situaciones
- El cliente se asusta y nos dice el clásico: "No!!! Estoy mirando!"
- El cliente nos mira desconfiado y nos contesta: "Pues no sé cómo, las he probado todas y ninguna me va bien!"
- El cliente nos contesta con un..." Pues mira, si! Estoy buscando una cremita para las arrugas,pero que funcione,eh?!"
Cuando el cliente nos ofrece su "no, estoy mirando", si se es un profesional con dos dedos de frente se le contesta siempre amablemente: "Por supuesto! Para lo que necesite estoy aquí para ayudarle." y se le deja campar a sus anchas para que se relaje y pueda seguir mirando lo que quiera.
Sin embargo, cuando el cliente nos contesta con tono burlesco "Pues no sé cómo, las he probado todas y ninguna me va bien!" o cuando nos contesta sinceramente que "le ayudemos porque busca una crema que realmente funcione", entonces es ahí cuando realmente podemos ayudar al cliente a encontrar el producto que más le convenga, haciendo la pregunta del millón...
... ¿Sabe usted qué tipo de piel tiene?
En el 95% de los casos, la respuesta suele ser: No.
Generalmente, la mayoría de los asiduos a las cremitas (yo me incluyo la primera) hemos tenido o tenemos una colección de cremitas y potingues atrincherados en el baño, que nada hace envidiar a una perfumería.
Me incluyo en esta afirmación, porque hasta hace poco aún me quedaba restos de cremas empezadas (me daba penita tirarlas...), que en su día me recomendaron (aún no había estudiado cómo reconocer los tipos de piel y las necesidades de la piel) y que luego al llegar a casa, las probaba y eran un fracaso.
Todo cambió cuando por fin comprendí que no era que la crema fuera un "timo" o un fracaso, sino que era yo que no sabía que tipo de piel tenía y además, me había dejado aconsejar por vendedores que me recomendaron la crema, sin tan siquiera mirarme detenidamente,la cara, durante 3 segundos seguidos.
Por tanto, he aquí algunos trucos para adquirir y utilizar correctamente una crema antiarrugas:
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Los productos de belleza con un precio económico no significa que sean "peores" que los que son económicamente inaccesibles.
Lo mejor no es lo más caro, ni lo más barato: Depende de cada uno y su tipo de piel.
- Preguntadle siempre al profesional o vendedor al que vayáis a comprar la crema: "¿Qué tipo de piel tengo?" Lo sepáis o no lo sepáis de antemano.
Si sabéis qué tipo de piel es la vuestra y el vendedor se equivoca (ojo!! Dadle una segunda oportunidad si tenéis la cara llena de maquillaje, puesto que a veces no puede apreciarse bien, si os sabéis maquillar muy bien)... pues a otra cosa mariposa!
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Si no sabéis qué tipo de piel tenéis, podréis fiaros si el vendedor os mira muy de cerca la cara durante unos segundos, y os hace preguntas cómo:
¿Te sientes que te estira la piel de vez en cuando?, ¿Qué tipo de productos sueles utilizar?, ¿Sueles lavarte todos los días la cara por la mañana y por la noche?...
¡Cuántas más pregunta os haga, más os podéis fiar!
Desconfiad de aquel que os mira sólo a los ojos (o ni eso) y en menos de 2 segundos ya ha cogido una crema y te la está dando para que la cojas con la mano, pues ese será el que intentará "endosarte" la que le convenga a él/ella y no a tí.
- Antes de comprar una cremita antiarrugas, reflexionemos primero que:
- Si no estás acostumbrado a ponerte cremitas o a lavarte la cara mañana y noche o eres completamente nuevo en este mundo, tienes que empezar a acostumbrarte primero al hábito, paso a paso, porque sino, corres el peligro de comprarte la primera crema que veas y dejar de usarla a los 3 días!
- Pasos para adentrarte en el mundo del autocuidado personal:
- Paso 1: acostumbrar al cuerpo a lavarse la cara mañana y noche (con el producto adecuado) y SIEMPRE Tonificar usando un buen tónico.
- Paso 2: acostumbrar al cuerpo a hidratarse la cara mañana y noche.
- Paso 3: acostumbrar al cuerpo a exfoliarse una vez a la semana.
- Paso 4: acostumbrar a la cara, a usar un protector solar adecuado para nuestro tipo de piel todos los días.
- Paso 5: acostumbrar a la cara, a utilizar un sérum antiarrugas/hidratante, antes de ponerse la crema, mañana y noche.
- Paso 6: acostumbrar a la cara, a utilizar una crema antiarrugas/hidratante, mañana y noche.
- El mejor antiarrugas que existe del mercado, es proteger la cara del sol a diario, desde joven.
- El envejecimiento está condicionado por: 25% genética, 35% alimentación, 10% "cremitas", 30% exposición solar. Esto es aproximado, porque hay mucha controversia con los porcentajes, sin embargo, lo que sí está claro es que el envejecimiento cutáneo no sólo depende de ponerse una crema antiarrugas diariamente, sino que la alimentación correcta y la exposición solar sin protección, son críticos.
- El segundo mejor antiarrugas que existe, es... beber agua!!! Una cuerpo bien hidratado acumula menos toxinas y envejece mejor!.
Si ya estás acostumbrado a los 3 primeros pasos, entonces ya puedes adentrarte a acostumbrar al cuerpo a los otros pasos
- Es muy importante siempre lavarse las manos antes de utilizar cualquier producto que vayamos a poner en contacto con nuestra cara! Si os ponéis el producto con las manos no lavadas, aunque penséis que no están sucias porque no habéis tocado nada, le añadiréis bacterias y suciedad a la crema (las cremas son un excelente caldo de cultivo para bacterias y hongos) y además ensuciaréis la cara al poneros la crema, justo cuando los poros están más abiertos (después de lavaros).
- Exfoliar la piel una vez por semana, prepara la piel para absorber todos los principios activos que puedan de las cremas, además de estimular la regeneración celular de la piel. Exfoliamos, puesto que durante toda la semana, se van acumulando células muertas (aunque no las veamos) en las capas superiores de la piel, con sus correspondientes desechos.
- Valoremos siempre los conocimientos de un profesional cualificado (dermatólogo, cosmetólogo, farmacéutico,etc.), antes que los conocimientos de vuestros vecinos. Por mucho que a vuestra vecina del quinto le vaya muy bien una crema (cueste 2 euros como 500), no necesariamente os irá bien a vosotros, ya que cada tipo de piel tiene sus peculiaridades y cada tratamiento es muy personal, puesto que influye en la elección de la crema: el sexo, la edad, las horas expuesto al sol, el tipo de piel, los hábitos tóxicos de la persona, los hábitos alimentarios, los hábitos de higiene,etc.
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¡Pon un buen tónico en tu vida! Los tónicos son IMPRESCINDIBLES en el cuidado de nuestra piel porque:
- Eliminan los restos (que no vemos) de jabón e impurezas que hayan podido quedar en la piel después de lavarnos la cara. Si estos restos no los eliminamos con el tónico, al entrar en contacto con el sol pueden desencadenar en arrugas.
- Hidratan la piel.
- Restablecen el pH óptimo de la piel, después del lavado. Normalmente, los jabones suelen alcalinizar nuestra piel, mientras que el pH fisiológico de la piel es ligeramente ácido. Si no restablecemos el pH fisiológico de la piel después de lavarnos la cara, pueden aparecer irritaciones.
- Preparan la piel para aprovechar al máximo todas las propiedades que nos ofrece, la crema o sérum que nos vayamos a poner.
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Si quieres ahorrar tiempo: ¡Pon una buena solución micelar en tu vida!
- Una solución micelar es un líquido que no engrasa la piel y actúa como un excelente desmaquillante, limpiador y tónico de la piel. Es la solución estrella de los que somos un poco más vaguitos o no podemos perder ni un minuto! Nos permite unificar el paso de desmaquillar + limpieza + tonificación de la piel.
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