¿Estás en un momento clave de tu vida profesional? ¿Tienes la oportunidad de ascender en tu compañía y de crecer de manera clave? ¿Te planteas quién puede ayudarte y no sabes si buscar un coach o un mentor? Esta reflexión la hacen centenares de profesionales cada día.
El Coaching y Mentoring pueden definirse como procesos de aprendizaje, herramientas de desarrollo que ayudan a la persona a potenciar habilidades personales y profesionales. Son disciplinas que persiguen la consecución de metas y requieren de una profunda reflexión sobre uno mismo, dirigida al autoconocimiento sobre quién eres y en quién te quieres convertir. En ambos casos, el factor clave para lograr el éxito es el compromiso para poner en marcha acciones, que te ayuden a alcanzar la mejor versión de ti mismo.
Ambas metodologías tienen en común más que lo que las separa, siendo el contexto en el que te encuentres y aquello que esperes obtener del profesional que te acompañe, factores que determinarán que elijas un Mentor o un Coach.
- ¿Te encuentras en un proceso de cambio o necesitas aprender a adaptarte a un nuevo contexto?, ¿te propones adquirir nuevas habilidades?, ¿Quieres mejorar tu desempeño?
En estas circunstancias, el Coach acompaña con un enfoque más cortoplacista, centrado en la transformación de conductas y el análisis profundo de la situación presente. El coach puede provenir de un ámbito profesional completamente diferente al propio, y en ese antagonismo de experiencias, se encuentra parte del valor que aporta esta metodología. Su herramienta estrella de trabajo es la pregunta abierta, y la guía un elemento casi inexistente en las sesiones. En pocas ocasiones se posicionará para darte su opinión y lo que recibirás por su parte, serán preguntas, que si son las correctas, conseguirán que encuentres tu propia respuesta y camino, dejando su propia historia y experiencia fuera de la ecuación.
- ¿Estás en un momento de transición hacia un nuevo puesto?; ¿te planteas diferentes opciones y te gustaría tener la visión de un experto?; ¿buscas adquirir nuevos puntos de vista o experiencias de éxito?, ¿quieres alinearte con los valores de tu compañía?
En ese contexto, el Mentor te acompaña con un enfoque más largoplacista, centrado en el futuro pero apalancándose en su propia experiencia pasada para capitalizarla. El mentor es una persona de mayor nivel de experiencia, que por su visión como experto en un ámbito o entorno determinado, te asesorará desde la madurez personal y profesional de aquello que ha vivido con anterioridad. Su planteamiento en general será más abierto, ya que integrará diferentes roles (profesor, entrenador, tutor, patrocinador, guía). El ?buen? mentor te inspirará, retará y guiará, compartiendo de forma generosa su experiencia y vivencias sobre lo que a él le funcionó en entornos similares, ya que al hablar sobre un mismo entorno, negocio o sector, o incluso por estar en la misma compañía, facilitará el foco de las conversaciones y el entendimiento mutuo.
El riesgo de tener un Mentor es, desde nuestro punto de vista, justo la ventaja de tener un Coach, y viceversa. En un proceso de mentoring podemos caer en la creencia errónea de que gran parte de lo que funcionó al Mentor, va a funcionar para otras personas. Recomendamos tomar la experiencia del mentor como una alternativa del camino, pero no como la única opción a seguir. El riesgo que identificamos en el coaching recae en el hecho de no compartir un mismo entorno profesional y en la propia metodología, que implica que el coach no se posicione ni ofrezca guía, pudiendo afectar al entendimiento mutuo. Recomendamos antes de decantarse por esta opción, tener claro que la alternativa que necesitas en este momento.
Casi todas las elecciones de la vida conllevan ciertos riesgos, pero el mayor riesgo es el miedo a equivocarse y a no actuar para conseguir lo que uno quiere. Compartimos humildemente algunas recetas para maximizar el éxito en cualquier proceso de desarrollo, elijas Coaching, Mentoring o cualquier otra disciplina de acompañamiento: reflexionar, tener un plan B, observar los casos de éxito, preguntar, tener una visión a largo plazo, tener ambición bien gestionada y confiar en uno mismo.
Crecer está al alcance de cualquiera que se lo propone y cada uno de nosotros somos los máximos responsables de nuestro propio desarrollo.
Autora: Paloma Arango, gerente de Recursos Humanos de Deloitte España y Susana Sagi-Vela, senior manager de Recursos Humanos de Deloitte España