Revista En Femenino

Qué no debe saber un niño de 5 años…

Por Almapau @princesas_os

Qué no debe saber un niño de 5 años…

Qué no debe saber un niño de 5 años.
Siempre leo decálogos de lo que deben saber los niños.
Listas de sapiencia y conocimiento.
Bonitos mensajes de inteligencia emocional.
Páginas y páginas de ideas para hacerles felices, de juegos de los de antes. De otros educativos, de materiales nobles, que fomenten su inteligencia, que alarguen su infancia y su inocencia...
Listados de conocimientos estructurados por edades.

Pero yo vivo en el mundo real, un mundo en el que muchos días me sorprendo.
Un mundo en el que viven mis hijos y que a veces es tóxico y asusta.
No todos siguen esos decálogos y esas páginas...

Lo que no debería saber un niño de cinco años:

No deberían saber defenderse de abusos, porque debieran vivir en un mundo donde nadie abusase de un niño.
Debieran crecer sin miedo, debiéramos poder decirles sin mentir que los monstruos no existen.
Que un niño es un tesoro que cualquiera debiera cuidar y proteger.
Que no habrá en alguna esquina un enfermo, un ogro de verdad de los que roban infancias.

Los niños de cinco años no deberían saber de insultos, no hablo de palabrotas empleadas por imitación, no tendrían que saber utilizar los insultos para dañar a otros.
Porque significa que aprendieron escuchándolos o peor, porque les dañaron con ellos.
Porque ningún niño debiera conocer el desprecio, la humillación, la ofensa. Son sólo niños!

No se si tendrían que saber leer y escribir o contar hasta mil, no se si debieran saber más o menos inglés o francés o chino mandarín.
Lo que no tendrían que saber los niños de cinco años es que la escuela es una carrera, donde hay que competir y donde ser el primero es lo más importante.
No deberían creer que una nota marcará la diferencia de su futuro, deberían crecer sabiendo que lo importante es aprender a su ritmo.
Que aprenden para crecer como personas, no para serlo. Porque independientemente de sus conocimientos, merecerán respeto.
Debieran saber que sea cual sea la meta lograda tendrán el mismo valor que quien no llegó.

Los niños de cinco años no deberían saber que sus palabras o su violencia puede hacerles más fuertes que otros, deberían vivir en lugares donde se les educara en igualdad, en respeto, en empatía.
Sin creer que es factible pisar a otros.
Sin señalar a nadie por sus diferencias, sabiendo que las diferencias enriquecen.
Deberían crecer sin necesidad de sentirse más o mejor que otros. Conviviendo como iguales.

Ningún niño de cinco años debiera conocer la violencia, de ningún tipo, ni en su hogar, ni en la escuela, ni en la calle.
Tampoco debieran conocerla en televisión, ni en videojuegos...
No, no hablo de sobreprotegerlos, qué necesidad hay de que conozcan demasiado pronto las inmundicias del mundo?
Juegos con violencia explicita, y comportamientos de adultos.
Yo digo no. Ya tendrán tiempo.
Qué jueguen a otra cosa!
Qué apaguen la videoconsola y salgan a dar patadas a un balón!
Qué aprendan a hacer castillos de naipes!
Que crezcan con el sol dorándoles la piel! Pero no permitamos que les roben la infancia, todo llegará, sin prisas.

Los niños de cinco años no debieran saber usar el móvil mejor que sus padres, porque significa que pasaron más tiempo con el aparato que con ellos.

Los niños de cinco años jamás debieran decir fulanito es mejor que yo, porque significa que les enseñaron a compararse.
A esa edad todos debieran saber que no hay nadie mejor que ellos, nadie más amado, nadie más querido, que son únicos y maravillosos.
Y depende de nosotros que lo sepan, porque será su futura autoestima y seguridad la que sufrirá las consecuencias.

Los niños de cinco años no debieran saber ser responsables, no tendrían que conocer presiones para llegar a ningún sitio.
Que a día de hoy su única responsabilidad sea crecer siendo un niño feliz. Lleno de juegos y risas.
Lejos de tareas, cargas, obligaciones y compromisos.

Lo único que quiero que sepa hoy, mi hijo de cinco años, es que es único y maravilloso tal y como es...

Yo vivo en el mundo real.
En el mundo real, en los parques, en los parques de bolas, en los colegios, no todo es de color de rosa como en las redes.
No todos leen libros sobre crianza con apego...
Los niños de cinco años saben insultar, y escoger la palabra adecuada para hacer daño, saben como ofender y herir a otro niño, saben humillar y reírse de las diferencias ajenas.
Los niños de cinco años saben de muerte, de violencia, y de contenidos que no debieran ser más que para adultos.
Los ven a diario en televisión, en la calle, en sus juegos...
Los niños de cinco años saben competir, y se miden en escalas de valores absurdas, se enjuician por su ropa, por sus posesiones, por sus juegos...
Los niños de 5 años ya no tienen cinco años.
Y cuando crezcan seguramente echarán en falta haber perdido su inocencia tan pronto.

Dejémosles crecer. Sin prisas.
Qué no debe saber un niño de 5 años…

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