Revista Psicología

Qué No Deberías Hacer Cuando Estés Triste

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores
Qué No Deberías Hacer Cuando Estés Triste
Hay veces que no tenemos un buen día, tal vez por un cúmulo de circunstancias o por una razón concreta. Hay días que no lo podemos evitar, lo vemos todo negro por mucho que normalmente seamos de los que eligen el lado rosa de la vida.  Y como al fin y al cabo es muy natural estar de bajón en algunas ocasiones, hoy en LMDM comparto contigo una reflexión sobre las cosas que creo sería mejor evitar hacer cuando estemos tristes. 
Qué No Deberías Hacer Cuando Estés Triste

-No salgas de casa sin tus gafas de sol si has estado llorando, cuanto más grandes mejor.
-No escuches a Álex Ubago. Ni a Pablo Alborán. Ni a Amaral. 
-No cuentes las calorías y devora unas tortitas con nata y sirope de caramelo (¡o de chocolate!).
-No veas Tal Como Éramos. ¿No sabes qué película es? Protagonizada por Robert Redford y Barbra Streisand es una de esas películas de AMOR -así, con mayúsculas- que hay que ver, pero mejor espera a otro momento si hoy no tienes un buen día. 
-No escuches el tema principal de esta película, The Way We Were.
-No te aguantes las ganas de llorar. Es malísimo; las lágrimas que no se derraman se enquistan en forma de cubitos de hielo en el corazón y lo enfrían. ¿Tienes un nudo en la garganta pero no puedes llorar?  Entonces sí te dejo ver Tal Como Éramos.
-No tengas flores ya marchitadas en casa.
-No leas el periódico, no veas las noticias. En su lugar ponte un recopilatorio de los mejores momentos de Martes y 13El Club de la Comedia.
-No te bajes de los tacones ese día. Necesitas verte mejor, no sentirte como un Pitufo llorón.
-No pienses que eres la única persona en el mundo que lo está pasando así de mal. O que nadie podría entender jamás, ni en un millón de años, cómo te sientes. Arroja tu narcisismo por la ventana y sé objetivo: sabes de sobra que no eres ni la primera ni la única persona del mundo en sentirse así. Y tampoco la primera en superarlo, por supuesto.
-Ni se te ocurra cogerle el teléfono a un vampiro emocional o a una amistad tóxica.
-No entres en Facebook, es el peor sitio que podrías visitar si estás triste. ¿Por qué, pensarás, si allí están mis mejores amigos? Sí, y también tus simplemente conocidos, incluso tus desconocidos.
En cualquier caso Facebook es como el País de Mi Pequeño Pony: un universo de fantasía habitado por seres encantadores donde todo el mundo expone la mejor versión de sí mismo -fiestas, viajes maravillosos, hijos preciosos, parejas perfectas, selfies donde todos parecen modelos-, evitando en la medida de lo posible dar a conocer su lado más miserable. Y la verdad, tú hoy no estás para que te restrieguen en la cara el bucle de felicidad sin fin donde parecen vivir instalados todos tus amigos menos tú.
-No le pidas un aumento de sueldo a tu jefe. Cuando estés triste evita tener con nadie una conversación importante, si puedes aplázala hasta que pase el nubarrón.
-No rechaces el abrazo espontáneo de alguien que es lo suficientemente sensible como para intuir que algo te pasa y lo suficientemente respetuoso como para no preguntarte de qué se trata si el momento no es el adecuado.
-No te pases todo el día en chándal o en pijama. ¡Y peínate esos pelos!
-No te duches. O sea, sí, lávate, por favor, pero si en vez de una ducha rápida te puedes dar un baño de espuma, mucho mejor. La auto indulgencia siempre es un buen antídoto contra la tristeza.
-No te saltes el gimnasio o tu rutina de ejercicios. Necesitas un buen chute de serotonina.
-No pases ni cinco minutos en compañía de personas negativas si puedes evitarlo. ¿Sabes por el contrario lo que a mí siempre me funciona? Pasar unas cuantas horas jugando con niños. 
-No te depiles las cejas. Entre las lágrimas que te empañan la visión y lo mal que te sientes, corres el riesgo de acabar como las celebrities de este post.
-No cambies radicalmente de color de pelo, no te cortes el flequillo.
-Para ellos: No te cortes las patillas (Hello, Nicolas Cage?), no te afeites la barba dejándote solo una perilla, no te rapes al uno.
-No lo pagues con tu mascota. 
-No te hagas el o la fuerte y pídele a alguien de tu confianza que te escuche.
-No pretendas que no pasa nada pero tampoco te dejes llevar por la ira. Ese día tal vez soportar la presión será más difícil, aprende de los samuráis para hacerlo.
-No tomes decisiones irreversibles y haz como Escarlata O'Hara, "ya lo pensarás mañana".
Como me imagino que algunos os lo preguntaréis, os respondo; no, yo no estoy triste. He escrito este post porque sé que ahora llega una época complicada: el final de las vacaciones, los días que se hacen más cortos, las temperaturas que bajan, la lluvia... Vamos, que es uno de los momentos más difíciles del año como para además sumarle una ruptura sentimental o cualquier problema de otro tipo.
Así que si estás de bajón, espero que la entrada de hoy en LMDM te sirva de ayuda.
¿Qué cosas evitas tú hacer cuando estás triste?
Foto: Studiolimon. com


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