Está claro que en este país, los únicos que pueden tener deudas sin problemas son los distintos gobiernos y los clubes de fútbol.
Si a usted se le ocurre no pagar, le denunciarán y puede terminar condenado, sin paliativos. Si lo que no paga es la hipoteca, le quitan la casa y le dejan la deuda, y si es otra cosa, ya se lo cobrarán, de una manera o de otra.
Ahora bien, si es usted de un gobierno, por ejemplo, el de Castilla-La Mancha y no paga a los farmacéuticos, no pasa nada, puede incluso multarles si se quejan.
Si usted es presidente de un club de fútbol, tampoco se preocupe por pagar, lo importante es que usted tenga un puro de metro y medio y siente sus presidenciales posaderas en su tribuna preferente, y que les den a los de la Seguridad Social, a Hacienda y a los jugadores.
Pero, si a usted le debe algo un ayuntamiento o a una Comunidad Autónoma, tranquilo, siéntese y espere hasta que se lo puedan pagar, sin prisas, no pasa nada. Un año de estos, llegará.
Bueno pues en el colmo del surrealismo, en un país con una situación crítica conocida, donde se ha recortado todo lo recortable, donde todavía el déficit está por encima de lo que exigen, donde todo el mundo habla de que habrá que hacer más sacrificios, resulta que a las deudas generales, se unen las del Ministerio de Defensa. Y es que, ¡qué bonito es el armamento nuevo!
Uno puede vivir sin comer, malamente, pero se saca de aquí, de allí, de más allá, y si la cosa no se consigue, basta con morirse. Pero, ya me dirán ustedes cómo se puede pasar sin tener Tanques Leopard o los caza EF-2000 o las fragatas F-100. A eso sí que no se puede renunciar. ¡Hay que ser modernos! Y si el Tío Sam nos vende lo que nos vende, por algo será, hay que comprarlo, que lo mismo tenemos un día de estos que defender, de nuevo, la isla Perejil y ¿qué haríamos sin los tanques Leopard?
Nos jugamos mucho. Y teníamos que modernizarnos, que estábamos con armamento de Tercer Mundo, y así no te respeta nadie. Total, hicimos una inversión de 30.000 millones, una tontería de nada, para ponernos a la altura de las circunstancias. Recordemos que íbamos para séptima potencia del mundo. Y ahora qué vamos a hacer. Debemos todavía 26.000 y casi no podemos pagar los intereses.
Pero, no se preocupen, que les veo asustados, no pasa nada, las empresas de armamento, esas multinacionales que siempre tienen trabajo y que junto con las del petróleo son de las más rentables, no nos embargarán. Nos darán facilidades, nos cobrarán más intereses, y nosotros lo sacaremos de cosas menos importantes como la Sanidad y la Educación o las Infraestructuras, cuestiones secundarias, que al fin y al cabo, lo importante es lo importante, y está el mundo muy malito y hay que prepararse para lo peor.
Además, ¿se imaginan ustedes que pensarían los de la OTAN o las otras potencias aliadas, si nuestra España del alma no fuera, a esos conflictos que crean, con armas de última generación? Nos tomarían por el pito del sereno, y quedaríamos para llevarles el café a los poderosos. Tendremos que hacernos otro agujero en el cinturón. Todo menos renunciar a lo esencial. Todo menos desobedecer al gran amo yanqui. Todo menos hacer el ridículo con armas anticuadas. Todo menos dejar que nuestro ejército sea de segunda. ¡TODO POR LA PATRIA!
Salud y República
Nota aclaratoria: Para que vean que es una tontería, cada españolito debe por armamento, casi 100.000 pesetas –perdonen lo de pesetas, pero me entiendo mejor así—, más intereses y los gastos que generan que son 65.000 pesetas por cada uno, al año. No está mal. Y eso lo debe usted, y cada miembro de su familia, y su vecino, y su amigo, y…