El oro llegó ayer a los 1.260 dólares la onza marcando un nuevo récord. Con la incertidumbre económica en marcha y el desplome general de los precios, es natural pensar que estamos en plena burbuja del metal precioso. Más aún cuando el oro ha triplicado su valor en los últimos cinco años. De hecho, el oro fue el mejor activo de la década pasada. Esta gráfica nos muestra una perspectiva histórica de largo plazo con el precio real del oro desde 1970 hasta hoy. Aquí podemos ver que estamos aún lejos de los precios que alcanzó el metal amarillo en 1980: hace treinta años el precio del oro superaba los 5.000 dólares actuales.
El oro siempre ha sido visto como una protección contra la caída del dólar y la inflación. Pero estos dos indicadores no son actualmente los peligros. La divisa estadounidense ha sido la gran beneficiada con la crisis y mantiene a raya al resto de las monedas. Respecto a la inflación, esta es incipiente y focalizada. Más bien hay deflación. Y con la contracción que comienza a vivirse con el plan de austeridad europeo, y la caída de China, pronto vendrá el desplome de las materias primas. Ya comenzaron las caídas del cobre, el petróleo y la plata. ¿Qué es entonces lo que mueve al alza al precio del oro?
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