Revista Insólito

¿qué obras o colecciones se perdieron en el incendio del #museo de #brasil?

Publicado el 03 septiembre 2018 por Laregaderaweb @RegaderaWeb

Ayer 2 de septiembre, se reportó un fuerte incendio en el Museo Nacional de Brasil , uno de los recintos culturales, científicos e históricos más grandes del país que resguarda, por si fuera poco, aproximadamente 20 millones de objetos y obras naturales o de producción humana oriundas de Brasil y otras partes del mundo. La noticia ha dado la vuelta al mundo pues, como mencionamos, este Museo es el espacio de uno de los acervos más importantes y eclécticos del hombre.

Es bien sabido que los museos suelen exponer una pequeña parte de su acervo, y este recinto no fue la excepción. El público, durante 200 años de historia, pudo ser testigo de exposiciones permanentes que iban desde fósiles y momias sudamericanas y egipcias, insectos y animales disecados, hasta meteoritos y utensilios indígenas y descubrimientos arqueológicos del continente. El Museo tenía dentro de sus paredes una enorme colección egipcia, la cual comenzó a ser reunida por el emperador Pedro I de Brasil en el siglo XIX; o bien, la colección de objetos y artefactos grecorromanos de la emperatriz Teresa Cristina. Sin embargo, uno de los elementos más icónicos del Museo Nacional de Brasil, es el hecho que resguardó por dos siglos, objetos comunes pero extraños de la vida cotidiana.

Luzia fue descubierta en 1974 gracias a una expedición arqueológica. Con el tiempo, se realizó un estudio que trajo como resultado la reconstitución de su rostro. Esta investigación se realizó en conjunto con Reino Unido después de que el cráneo de Luzia estuviera "escondido" por más de una década. Fue expuesto al público a finales de la década de los 90. La reconstrucción digital de su rostro significó un cambio dentro de las teorías de población de la zona, pues Luzia contaba con rastros muy similares a los de los pobladores africanos y los aborígenes de Australia.

Como mencionamos, el Museo Nacional de Brasil guardaba una enorme colección egipcia, y con esto nos referimos a que era la más grande de América Latina al registrar 700 piezas como la momia Sha-Amun-en-su. Parte de su acervo estaba conformado por momias humanas y animales disecados de la época como gatos, peces o cocodrilos. Los objetos no fueron las únicas pérdidas, sino también el trabajo de investigación que se realizaba en torno a la civilización egipcia. El museo contaba con un laboratorio especializado en este tema que abordó durante algunos años aspectos relacionados con la percepción de la muerte y su arte.

Conformada por más de 60 piezas, el incendio devoró una gran parte de esta colección de meteoritos. Uno de los más famosos fue el meteorito metálico llamado Bendegó, el cual era uno de los más grandes -el segundo de mayores proporciones cuando fue hallado en el siglo XVIII- y que llevaba en el museo más de 100 años. Bendegó pesa más de cinco mil kilogramos y era uno de los objetos más visitados. Algunos medios han reportado que una pieza de esta colección sobrevivió a las altas temperaturas. Las explicaciones varían, pero algunos han considerado viable el hecho de que estos objetos que provienen del espacio, para entrar en contacto con la atmósfera, también deben soportar altas temperaturas.

¿QUÉ OBRAS O COLECCIONES SE PERDIERON EN EL INCENDIO DEL #MUSEO DE #BRASIL?


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