Revista Insólito
Cuando nos enfadamos, nuestro cuerpo responde. Se dispara la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, la producción de testosterona y desciende el cortisol. Éstas son las conclusiones de una nueva investigación liderada por científicos de la Universidad de Valencia (UV).
Los investigadores indujeron ira en treinta sujetos mediante el procedimiento "Anger Induction" (AI) en la versión adaptada al español. Este procedimiento está formado por cincuenta frases en primera persona que reflejan situaciones cotidianas que provocan enfado. Antes e inmediatamente después de la inducción de ira midieron la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, los niveles de testosterona y cortisol, la activación asimétrica del cerebro, el estado de ánimo general y la experiencia subjetiva de la emoción de ira.
Los resultados, publicados en la revista Hormones and Behavior, revelan que la ira provoca profundos cambios en el estado de ánimo de los sujetos y en diferentes parámetros psicobiológicos. La frecuencia cardiaca, la tensión arterial y la testosterona aumentan, pero el cortisol (hormona del estrés) disminuye. Simultáneamente tiene lugar un aumento de la ventaja del oído derecho, que indica una mayor activación del hemisferio izquierdo del cerebro. Además, cuando nos enfadamos solemos mostrar una tendencia natural a acercarnos a aquello que nos genera ira para tratar de eliminarlo.
Fuente: MuyInteresante