El latigazo cervical es una de las lesiones de cuello más habituales hoy en día, sobretodo debido al gran número de accidentes de tráfico que ocurren y a la cada vez más habitual práctica de ciertos deportes de riesgo.
Se produce cuando la cabeza sufre una aceleración por un impacto que repercute sobre el cuello y lo hace desplazar de manera brusca hacia adelante y hacia atrás. El resultado de padecer este movimiento brusco es lo que se denomina latigazo cervical y sus consecuencias son muy parecidas a lo que sería un esguince en otra parte del cuerpo. Hay que tener en cuenta que un vehículo que va tan sólo a 30 km por hora impactando por detrás con otro ya puede producir esta lesión a sus ocupantes.
La facilidad con la que puede darse un latigazo cervical hace que esta lesión haya afectado cada vez a más personas en nuestro país durante los últimos 30 años y su incidencia ya se sitúa en los 300 casos por cada cien mil habitantes al año.
Un estudio realizado recientemente entre los pacientes afectados de latigazo cervical ha llegado a la conclusión de que se da sobretodo en las colisiones de tráfico traseras y que afecta especialmente a las personas jóvenes y altas que ocupan los asientos delanteros de los automóviles.
El tratamiento del latigazo cervical es bastante sencillo. Habitualmente se opta por inmovilizar el cuello con un collarín, administrar antiinflamatorios y hacer reposo durante dos semanas. Posteriormente es recomendable hacer fisioterapia para fortalecer los músculos afectados.