Cada vez es más complicado conseguir una entrevista de trabajo debido a la brutal competencia que existe en la actualidad ante la escasez de ofertas. Sin embargo, todos los días se formalizan contratos en España. Sólo necesitáis un puesto de trabajo para vosotros.
Muchos candidatos siguen sin valorar el tener una entrevista y cometen errores evitables. ¿Cómo? Tan sencillo como ponerse en el lugar del entrevistador y pensar qué actitudes y comportamientos son inadecuados.
EL CANDIDATO PASOTA
Es aquel que va a una entrevista, mostrando menos interés que las personas que no se han inscrito a esa oferta. ¿QUÉ HACER? Uno debe mostrar su interés, competencias y valía en el tiempo que dura la entrevista. Es durante ese tiempo que se os valora, así que hay que aprovechar y “venderse” lo mejor que uno pueda.
EL CANDIDATO PENA PENITA PENA
Siempre nos encontramos uno que viene quejándose de lo mal que le va en la vida. Por supuesto, todos podemos tener un mal día. ¿QUÉ HACER? Olvidarnos de exteriorizar esos problemas en el breve espacio de tiempo que dura la entrevista. Hay que tener en cuenta que la apatía y el pesimismo no ayudan porque ese tipo de comportamientos se transmiten con el lenguaje no corporal. Y ahora os pregunto yo ¿vosotros contrataríais a una persona con es actitud independientemente del perfil que tenga?
EL CANDIDATO COMO PEDRO POR SU CASA
Aquellos que entran al lugar de la entrevista y más que sentarse se tiran en la silla como si estuviesen en su propia casa. A veces el entrevistador debe de inclinar la cabeza para verles porque están totalmente tumbados o puestos en posiciones de retorcimiento que si se lo pidieses adrede como prueba en el proceso de selección no lo harían. Incluso se permiten el lujo de juguetear y cambiar de lugar objetos que se encuentran en la mesa del entrevistador. ¿QUÉ HACER? Ante todo, se debe estar en una postura adecuada y relajada teniendo en cuenta que estas en una entrevista y debes transmitir una buena imagen. De la misma forma debéis evitar poneros a juguetear con los utensilios existentes en la mesa de la entrevista porque eso desvía la atención y da una imagen de que hacéis lo que os da la gana y eso no es positivo. Mucho menos poneros a chupetear, lametear y morder el bolígrafo vuestro o del entrevistador aunque tengáis la tentación porque antes de hacerlo debéis preguntaros ¿os han dado tanta confianza o os han pedido que hagáis eso?
EL CANDIDATO VAGABUNDO
Suelen aparecer de vez en cuando, personas cuyo aseo personal deja mucho que desear. Incluso, aquellos que deciden limpiar ciertas partes de su cuerpo durante la entrevista. ¿QUÉ HACER? Dejarlo para la intimidad, por su puesto, antes de la entrevista para acudir con una imagen respetable. Nada de ponerse a buscar tesoros en narices u oídos. Igualmente las manos quietas y nada de tenerlas en la boca para morderos las uñas o quitaros los pelarzos aunque eso lo hagáis para relajaros porque por si lo habíais olvidado estáis en una entrevista.
Las manos y brazos relajados porque de momento no sois un concertista famoso que dirija a su banda de música clásica y estáis en esa entrevista para otro tipo de puesto. Eso distrae y da la sensación de posiciones forzadas.
EL CANDIDATOR BROKER
Ir sin compromisos a corto plazo ese mismo día porque a veces os pueden hacer varias pruebas y desarrollarse en varias horas. Normalmente suelen avisar de la duración aproximada pero no siempre. Algunos candidatos cuando ven las pruebas les entran las prisas porque han quedado, se acuerdan que tienen cita en el medico o cualquier otra excusa. ¿QUÉ HACER? No podéis iros sin acabar las pruebas así que despejad vuestra agenda el día que tengáis entrevista siempre y cuando sea posible.
EL CANDIDATO GRACIOSILLO
¿Desde cuando el entrevistador es tu colega, con el que bromeas de todo lo que se te ocurre? ¿QUÉ HACER? Cuidado con las bromas y los chistes porque el sentido del humor es mejor reservarlo para situaciones más propicias y cuando ya exista una cierta confianza para evitar conclusiones equivocadas.
EL CANDIDATO… ¿DÓNDE ESTOY?
Nos encontramos a veces con especímenes que no saben ni a qué han ido a la entrevista. Parece como si se hubiesen puesto en una cola para ver que daban u ofrecían. ¿QUÉ HACER? Debéis informaros sobre la empresa a la que vais para tener una idea ya que pueden preguntarlo.
EL CANDIDATO ORADOR
La entrevista, según quienes, parece que es la oportunidad para recitar la vida, sea o no sea de interés para el entrevistador. ¿QUÉ HACER? Evitad los monólogos porque debéis dejar hablar al entrevistador. Eso supone que tenéis que escuchar a la otra parte porque sino lo hacéis en la entrevista mucho menos lo haréis después. Antes de contestar, uno debe pensar cuál es la mejor forma de responder porque las cosas se pueden decir de muchas formas y por ello producen consecuencias diversas.
EL CANDIDATO MANOS EN LOS BOLSILLOS
Es muy normal ver como la gente acude a una entrevista con las manos en los bolsillos. ¿QUÉ HACER? Siempre recomiendo que llevéis un currículum actualizado, incluso, varios por si acaso hay más de un entrevistador. Debéis llevarlo en una carpeta o portafolios para que esté intacto y perfecto para leer. Así que prohibido llevarlo doblado en múltiples pliegues en plan mapa del tesoro antiguo hallado tras años de estar perdido. Igualmente da mala imagen llevarlo enrollado en plan catalejo.
EL CANDIDATO KOLEGA
¿Qué os parecería que apareciera un candidato diciéndoos “Hola kolega, qué tal con tu piva? No es vuestro colega. ¿QUÉ HACER? Debéis tratar al entrevistador de usted, independientemente de que se mayor o joven, a no ser que él os pida que le tuteéis. Porque debéis saber guardar las distancias y adaptaros a las diversas situaciones. Cuidado con el lenguaje que usáis, así que nada de tacos o palabras mal sonantes, es decir, es le momento de demostrar vuestra verborrea con las mejores expresiones, que dejen clara vuestra valía y la exquisita forma de haceros entender.
EL CANDIDATO MODELO DE LOS AÑOS 80
¿Pero qué lleva puesto el de fuera? Diría vuestra recepcionista a la hora de anunciaros la llegada del candidato. ¿QUÉ HACER? Ante todo, debéis llevar una apariencia discreta, que no llame la atención en ningún sentido porque debéis destacar por lo que sois y no por lo que lleváis para evitar malentendidos. Nada de accesorios que os tapen los ojos. Todos los instrumentos que puedan sonar apagados aunque seáis de los que pensáis que “A esas horas no os llama nadie” porque siempre hay una primera vez para todo.