Revista Insólito
Últimamente se está hablando mucho de los motores diésel y de su incierto futuro, pero la realidad es que se está dando información muy sesgada por todos los lados, hoy vamos a ver que es lo que ocurre y el posible futuro de estos motores.
Se comenta que los motores diésel van a desaparecer y no es totalmente cierto, esto solo ocurrirá si se deja de comprarlos y este es el objetivo que pretenden los gobiernos. No hay ninguna ley, ni proyecto, que indique que los motores diésel vayan a desaparecer o a prohibirse.
Los motores diésel emiten menos CO2 que un motor de gasolina, pero emiten más partículas contaminantes. Éstas partículas contaminantes, son las que dan ese característico color grisáceo a la atmósfera de las ciudades que vemos en los informativos cuando nos hablan de polución.
Los que están a favor del diésel, alegan que es porque la gasolina es más cara y pretenden recaudar más obligando a pasarse del diésel a la gasolina. Aquí hay una falta de información, ya que el gobierno ha dejado claro de que para incentivar el uso de los coches de gasolina, se pretende elevar los impuestos del diésel igualando o superando el precio de la gasolina. Eso sí, dicen que lo harán gradualmente.
Por otro lado, no hay que olvidar que los motores diésel tienen mayor par motor y menos consumo que uno de gasolina, lo cual los hace más interesantes en vehículos grandes, como camiones, furgones e incluso todoterrenos, que tienen que subir rocas y los terrenos por donde circulan provocan un mayor gasto de combustible. Y luego, sin entrar en el precio, un mismo depósito de diésel hace más kilómetros que uno de gasolina.
Además, hay que tener en cuenta de que los motores, tanto de gasolina como los diésel, se van modernizando cada generación para que resulten más eficientes en todos los aspectos, mayor ahorro de combustible, menos contaminación, mayor potencia... y no tienen nada que ver con los motores de hace 15 años. De hecho, la normativa Euro regula la es emisiones contaminantes y ya se van por la 6.
Lo que sí que puede ocurrir en el futuro, es que se establezcan normas para la circulación de los diésel de ciudades o por determinados lugares dentro de ellas.
También ocurre una cosa curiosa y es que, mientras que en Europa siembre hubo diésel, en Japón, no y los fabricantes tuvieron que hacer coches diesel para competir aquí, pero ahora, que queremos eliminar el diesel, Japón quiere que los diésel limpios (que por razones obvias serán todos los nuevos que se fabriquen) ocupen un importante porcentaje en su parque automovilístico.
Pero desde mi punto de vista, todos tenemos un poco de culpa para llegar a esta situación. La falta de civismo o el exceso de comodidad al utilizar el coche para ir a comprar el pan, dejar el coche en doble fila, dejarlo a ralentí en lo que vamos a comprar algo... ha provocado que este tipo de cosas se utilicen como excusa, por parte de los gobiernos, para que se lleguen a estas situaciones de subida de impuestos en las gasolinas o evitar que se circule por ciertas vías, por ejemplo. Pero no, el coche diésel no se prohibirá.
Por lo que nos ha pasado con esto, no estaría mal poner nuestro granito de arena a partir de ahora, para evitar que nos obliguen a pasar al coche eléctrico dentro de unos pocos años. Y no es que este en contra, pero su tecnología aun está muy verde, pero de esto ya hablaremos en otro post.