Hablando sobre los medicamentos sin marca, al añadido de la dificultad en muchos casos para encontrar medicamentos genéricos o medicamentos sin marca, debido a que habitualmente sólo se preveían las marcas más conocidas, se ha añadido la desventaja del cambio de medicamentos cada cierto tiempo.
Una cosa que llama la atención es que los medicamentos sin marca o genéricos no tienen por qué ser prescritos para siempre al paciente, sino que cada vez que vayas puede tocarte un medicamento de otro laboratorio, y esto es debido a que los farmacéuticos tienen la obligación de darte el medicamento genérico del laboratorio que en ese momento ofrezcan el medicamento más barato.
Por ejemplo, de un medicamento hay Medicamento Marca, Genérico 1, Genérico 2. Si este mes es más barato Genérico 1 te lo dan, si es Genérico 2 te lo dan, al mes siguiente te dan el más barato. Si otra persona va ese mismo día y el Genérico 2 es el más barato, recibe el Genérico 2. Esto se debe a que, con motivo de quedarse con el trozo de pastel de la venta de medicamentos, los laboratorios compiten entre sí para ofrecer el medicamento más barato.
Esto, por una parte lía al paciente que acude en busca de alguno de los medicamentos sin marca viendo que le han cambiado de nuevo el medicamento, y por otra produce desconfianza ante que el cambio de medicamento le perjudique o le sea contraproducente.
La Seguridad Social se ahorra unos euros en medicamentos, pero da algunos “dolores de cabeza” a los desconcertados pacientes. Pero es la solución que se plantea en la actualidad, y además se considera que los medicamentos genéricos tienen las mismas propiedades que los que tienen marca, o que los genéricos de otro laboratorio.
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