Tras dejar de fumar el cuerpo empieza a cambiar. Ya no tiene que luchar contra esa gran cantidad de toxinas y venenos. Recuperamos olfato, más resistencia física (no te ahogas al subir escaleras), mejora nuestro aliento, la piel, el aparato circulatorio... Y mejora el estado de nuestra cartera, que en estos tiempos no viene nada mal.
Si te planteas dejar de fumar visita la web mi vida sin tí donde hallarás recursos de ayuda sin patrocinio industrial ni de laboratorios.
Necesitarás:
1. Querer dejarlo.
2. Elegir un día y hacer preparativos.
3. Planea cómo afrontar la falta de tabaco
Si necesitas más ayuda consulta con tu enfermera o médica de familia.
vía Greatist