¿Qué pasaría si muero hoy?

Imagina…

Te han regalado un viaje para el lugar de tus sueños, un destino paradísiaco, al cuál se llega únicamente en ferry… El viaje es hoy mismo, así que te alistas lo más rápido que puedes. Preparas tu maleta con todo lo necesario: traje de baño, protector solar, lentes de sol, entre otros. Era tanta la emoción y la premura que no te dio tiempo de avisarle a nadie que te ibas.

Una vez en el puerto logras observar el enorme ferry, de color blanco con detalles en azul y rojo, ¡todo un espectáculo! Todos comenzamos a embarcar para tomar los mejores asientos, desde los cuáles podremos ver los colores del atardecer y la llegada de los delfines.

Comenzamos a andar, todo el ambiente es de calma y tranquilidad, hasta que de pronto, un sonido fuerte empieza a preocuparnos a todos, el capitán indica por los altavoces «Por favor, mantengan la calma, hemos tenido una falla en uno de nuestros motores». Pero es imposible mantener la calma, todos comienzan a correr de un lugar a otro llorando y gritando.

Tu intentas mantener la calma, hasta que escuchas un segundo ruido fuerte, como una explosión y logras observar que poco a poco el barco comienza a descender, ¡nos estamos hundiendo!

Desesperadamente tratas de conseguir un salvavidas pero así como tú, muchas personas también quieren tomarlo.

Es en este momento en el que recuerdas que no pudiste despedirte de nadie, ni de tus padres, ni de tus amigos, ni siquiera lograste completar todos tus sueños: completar tu carrera, comprarte un carro o una casa.

Recuerdas todos los momentos compartidos, los momentos felices y los no tan felices, pero la pregunta es ¿qué pasaría si muero hoy? ¿acaso habré actuado de la mejor forma con los demás? ¿habré sido agradecido con lo que tengo y con lo que no?

El barco desciende y no hay tiempo.

Es momento de despertar.