Revista Opinión

¿qué Pasaría Si No Sintiéramos Dolor?

Publicado el 27 diciembre 2018 por Carlosgu82

Quizás te enfade sentir la molesta sensación de una aguja entrando en tu cuerpo cuando te vas a vacunar, o también puede ser que no comprendas por qué debe dolerte tanto la panza en ocasiones. Lo cierto es que el dolor es muy molesto, pero sin él difícilmente sobreviviríamos.

¿Qué es el dolor?

El dolor es un aviso del cuerpo de que algo no anda bien y que debemos prestarle atención. Cuando nos enfermamos o algo deja de funcionar como debería en nuestro organismo, los nervios reaccionan ante la alerta y le comunican al cerebro del desperfecto. Este órgano, el más importante de nuestro cuerpo, no se tarda ni un segundo en enviar las señales a esa parte de nuestro cuerpo para que nos alerte a nosotros acerca del dolor.

Este síntoma nos permite saber que algo no está bien y así poder repararlo o solicitar ayuda profesional para hacerlo. Como vemos, el dolor, lejos de ser un castigo Divino, es una ayuda invaluable a la hora de preservar la integridad de nuestro cuerpo.

Ejemplos prácticos de lo que nos pasaría si no sintiéramos dolor

Perderíamos dedos: seguramente la frase “agarrarse los dedos con la puerta” te genere la reminiscencia de un dolor insoportable. ¿Sabes por qué lo sientes? Simplemente para no seguir cerrando la puerta y terminar despidiéndote de las falanges de tus dedos cada vez que te descuides y coloques los dedos en el recoveco entre la puerta y su marco. En otras palabras, si el dolor no te advirtiera que estás a punto de perder tus dedos, los perderías sin darte cuenta, como quien pierde cabellos al peinarse.

Nuestros órganos se consumirían: si tu estómago no te avisara por medio de un intenso ardor acerca de una incipiente gastritis, seguirías tomando café hasta el hartazgo, o hasta que la gastritis vire y se convierta en una úlcera y esta en algo mucho peor. En resumen, tus órganos se reducirían a cenizas sin que te hayas percatado de por qué.

Nuestro cuerpo luciría como un mapa de tantas cicatrices: cuando por accidente te cortas, no pasa una milésima de segundo antes de que apartes el elemento filoso de tu cuerpo. En cambio, si el dolor no te alertara acerca del corte, este seguiría de largo camino adentro de tu cuerpo, dejando un interesante surco del que después no tendrías nada para comentar… simplemente porque no recuerdas cómo sucedió.

Nos desangraríamos: el resultado final de toda esta sinfonía de agresiones sin sentido (literalmente), sería el desangramiento. No habría alerta alguna que te indique que has recibido una perforación en un órgano vital y que tu sangre ha comenzado a emigrar de tu cuerpo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog