Mi cerebro no da para más. Estaré ausente por muchos días por culpa de los trabajos de la uni y no podré asomar la cara, pero no importa. Porque hay causas que realmente lo valen y he sacado una parte minúscula de mi tiempo para dedicársela a un berrido monumental de proporciones estratosféricas.
Había una vez una saga muy buena llamada Vampire Academy. De vampiros y todo el rollazo, pero muy buena. Y dicha saga encantó a todos los lectores del mundo joven y el no-joven, y yo supongo que se vendió como churros. Llegó al idioma español y también encantó a muchísimos. ¿Pero, y qué? Pues bueno, tardó un año en llegar su segunda parte y un año más la tercera, pero llegaron. También encantaron como se esperaba, y todos los desterrados latinoamericanos esperábamos con ilusión ver llegar los libros de Mrs. Mead a nuestras librerias.
¿Pero qué pasó?
Alfaguara nos vuelve a dejar colgados, españoles y latinos con un palmo de narices y mucha mala leche.
¡Oh Doctor! Enciende la TARDIS y corrige semejante ERROR
Hay cosas que aguanto con dignidad y una de ellas es esperar años a que una editorial se digne a traer libros a mi país, pero es muy diferente que nos dejen una saga a medias que muchos esperábamos fervientemente. Porque, una suma elemental es: No llega a España = No llega a Colombia.
Lo peor del asunto es que la publicidad excesiva de la editorial y la atención mediática es para títulos, que en mi opinión no lo merecen: Unos bodrios con todas las letras o libros sin sentido: Respectivamente, El bebedor de lágrimas y Caperucita Roja ¿a qué tienes miedo? y otros más que no recuerdo.
Muchas sagas han sido dejadas de lado por la misma editorial, y por semejantes "meteduras de pata" no podré leer El ciclo de la luna roja, saga a la que le tengo ganas locas y que no podré tener en un tiempo incalculable. Gracias Hidra por rescatarla, pero por favor, tráela a mi país.
¿Que no se vende la saga? De estadísticas no se nada, pero si esa es la razón, pues lo que dice vuestra web no justifica la decisión:
Queremos saber qué pasará: si está suspendida o se cancelará, sólo nos queda saturar twitter y facebook para hacernos escuchar.