Hola amig@s, aquí nos encontramos un día más en el que la verdad que tenía amplias ganas de hablar de las preguntas y el poder que tienen en sí para nosotros.
Claro que, no todas están en el mismo grupo ni nos aportan lo mismo, así es que por ello he querido tocar hoy el tema para que podamos reflexionar sobre ello juntos.
Ya hemos hablado con anterioridad del cuidado que debemos tener con nuestras palabras, la forma de expresarnos nos puede poner en una amplia diversidad de situaciones. Algunas agradables y otras no tanto.
A lo largo de nuestra comunicación, existen diferentes cuestiones que nos planteamos de forma continuada. Ya bien sea a nosotros mismos o bien, que se las formulemos a otras personas en alguna charla.
Y es que, existen preguntas perdedoras y ganadoras con alto poder. Pero, ¿cómo las podemos llegar a diferenciar? Una de las formas más gráficas y rápidas es la de la entonación y/o uso de las palabras.
Veamos pues, algunos ejemplos visuales para ponernos en posición.
¿Cuál son las preguntas perdedoras?
- ¿Quien es realmente el verdadero culpable?
- ¿Por qué hicieron tal cosa?
- ¿Por qué no soy capaz de hacer tal cosa?
- ¿Por qué me tiene que pasar esto precisamente a mi?
Las preguntas perdedoras tienden a paralizar, justificar la razón negativa y mantenernos estáticos en un pésimo estado de ánimo.
Otorgándole el permiso a la actitud negativa con estas preguntas, lo más probable es que tus avances se vean detenidos o a una velocidad muy inferior a la deseada.
El éxito no llega por sí solo, pero existen formas de mantenerse alerta y con la actitud activa necesaria para lograrlo sin agobios.
Ahora veamos entonces,
¿Cuál son las preguntas ganadoras con alto poder?
- ¿Dónde está la solución?
- ¿Qué es exactamente lo que necesito para lograrlo?
- ¿Qué y cuánto me va a aportar esta experiencia?
- ¿Qué tengo que cambiar para mejorar y seguir creciendo?
Las preguntas ganadoras de alto poder, nos mantienen con una reflexión activa llegando a conocer quién y hacia dónde quieres llegar. Una reflexión que te hará estar en constante toma de acción.
Con ellas, conservamos y fortalecemos el mantenimiento de nuestro foco sin irnos por las ramas.
Debes saber que es extremadamente importante que te tomes estos aspectos enserio.
Quien actúa con pasotismo ante ello y escoge la opción de las preguntas perdedoras, sentencia su pésimo destino. Pues, la amargura, tristeza, lamentos continuos etc… no lleva a ninguna parte y, eso no es ningún secreto.
Llegados a este punto parece interesante ¿verdad?
¿Qué más preguntas puedes utilizar para enfocarte más en tu futuro próspero?
¿Qué no estoy dispuesto a cambiar?
- ¿Qué haré de diferente manera la próxima vez?
- ¿A qué me estoy resistiendo?
- ¿Qué haría si no pudiera fracasar?
- ¿Cuáles son mis expectativas aquí?
- ¿Cuáles son mis habilidades y talentos?
- ¿Qué hábitos me están deteniendo?
- ¿Hasta qué punto estoy comprometido con mi objetivo?
- ¿Cuáles son mis recursos en esta situación?
- ¿Qué es lo que más me motiva?
- ¿En qué pierdo la noción del tiempo?
- ¿Qué otras opciones tengo?
- ¿Qué es lo mejor que podría suceder?
- ¿Cómo y cuándo sabré que he alcanzado mi meta?
- ¿Qué me impide conseguirlo?
- ¿Qué más voy a hacer?
- ¿Quién puede ayudarme?
- ¿En quién me estoy convirtiendo?
- ¿En qué áreas de mi vida no me siento satisfecho aún?
Ahora bien, no basta únicamente con que las leas ahora en alto y digas ” oh pues si que hacen pensar ” No, de verdad tómatelo en serio.
Ejercicio práctico 1:
Apártate un ratito de todos los aparatos tecnológicos que te encuentres utilizando en estos momentos y, coge un papel junto a un bolígrafo (o lápiz a tu libre elección).
A continuación debes escoger al menos 10 preguntas de las que han sido mencionadas. Y responderlas con total sinceridad.
Primero lo vas a escribir todo, y, después continuarás haciendo el ejercicio leyéndolo todo en alto.Una de las cosas que ayudan a ver cuánta seguridad sentimos ante nuestras palabras y respuestas es, el hacerlo mirándote a un espejo durante todo el ejercicio.
Procura estar en completo silencio y sin ningún tipo de distracciones.
Ejercicio práctico 2:
Escoge 10 preguntas, escribe en un papel todas ellas con sus respuestas. Prepárate un guión y coge el móvil o una cámara.
Ahora procede a grabarte leyéndolo todo. (Tranquila/o, esto no es para publicar después, simplemente para que luego de haberte grabado te observes y veas cuánta verdad hay en tus palabras, para que te analices tú misma/o).
También puedes hacerlo grabándote únicamente la voz si ves que con la cámara te sientes más intimidada/o.
Ejercicio práctico 3:
Siéntate con una persona de confianza. Tu madre/padre, tu pareja, algún amigo/a, quien sea pero que tengáis una comunicación bien fluida entre vosotros, que conecte. (si te preguntas si tiene que ser hombre o mujer, déjame decirte que eso no importa, importa que ambos os encontréis cómodos en todo momento durante el ejercicio).
A continuación lo que haréis ambos es, coger bolígrafo (o lápiz a vuestra libre elección) y papel.
Una vez lo tengáis ambos en mano nos ponemos en un como bien dije sentados, ahora eso sí, uno frente al otro.
Bien, ¿listos?
Ahora en el papel escribir, al menos 10 de las preguntas en vuestro papel, leerlas y escribir vuestras respuestas de forma clara, concisa y, sobre todo sincera.
Podéis repetir el proceso cuantas veces creáis que sea necesario y/o hacerlo con más personas de tu entorno.
No tiréis el papel e ir leyéndolo todos los meses hasta que os sintáis cómodos con vuestros resultados.
Con todos los ejercicios mencionados fomentaréis una actividad participativa y activa y, fortaleceréis el foco sin perder de vista lo que queréis lograr en todo momento. Así mismo aprenderéis lo valioso que es analizarse de vez en cuando y ver qué tal estamos haciendo las cosas y qué es lo que necesariamente debemos cambiar.
Ya sabéis que una de las grandes claves siempre, es reconocer dónde nos estamos equivocando.
Contadme si lo habéis hecho y cómo os habéis sentido con el ejercicio.
Un abrazo,
Omayra Montes